La información, dada a conocer por los trabajadores del organismo, sólo dice que Ernesto Luna, gerente de RR.HH. del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), solicitó a la Gerencia de Finanzas de dicho organismo el pago de $2.328.480 a la “Fundación Proteína y Cultura contra el Hambre y la Desnutrición”, por una supuesta “capacitación” que han llevado adelante en el INTI. Pero si se investiga un poco se descubre que tanto la fundación, como el contenido del curso tienen características escandalosas, lo que determina que se trata de una verdadera estafa. 

Por un lado, el Presidente de la fundación que recibió los millonarios fondos es Mario Kamelman, quien figura al frente de la sociedad anónima offshore Key Factor Corporation, registrada en Panamá con el número 155607803, actualmente en vigencia. Y esta empresa figura en la nómina de los Panamá Papers, el escándalo internacional que sacó a la luz un listado de cientos de miles de empresas creadas en Panamá con el fin de favorecer el lavado de dinero y la evasión de impuestos de los grandes empresarios, políticos y grupos económicos del mundo.

Y el prontuario del propio Kamelman es mucho más extenso: en la década del 90’ llevó adelante una estafa en la obra social ferroviaria (OSFE), creando la empresa fantasma IMSA con la que realizó una “consultoría” que le costó a la quebrada obra social más de U$S 300.000.

Insólito

En cuanto al contenido de la “capacitación” que se dictó en el INTI las unidades contenían algunos de estos ejes: “¿Quién fui?”; “Intimidad”;  “¿Quién soy?”; “Liderazgo Transformacional”; “¿Quién quiero ser?”; y “Actos lingüísticos básicos del Coaching Ontológico”. Una profundidad académica poco acorde a un Instituto que es referente nacional e internacional en ciencia, técnica, metrología y en procesos industriales. La capacitación, además, triplica el costo por hora promedio: al INTI le representó una erogación de $ 7.000 por hora. Además, ese valor y el curso al que se hace referencia es del 2018, y actualmente se está llevando adelante una nueva edición de la misma, que costaría aún más que la del año pasado.

Este nuevo caso se suma al denunciado la semana pasada, en donde el gerente general Mariano Zlatanoff desvió $14 millones de fondos del INTI a la “Fundación Saber Cómo”, donde es el tesorero. Así, el Instituto continúa siendo vaciado de a millones, a la vez que la carrera laboral se encuentra congelada desde 2014, en una clara violación al Convenio Colectivo. Mientras la Industria atraviesa una crisis histórica, el INTI es utilizado como un coto de negocios de Cambiemos, y su personal científico técnico es perseguido, hostigado y despedido, como ya le tocó a 266 profesionales.

Por su parte, los trabajadores nucleados en la Junta Interna de ATE-INTI exigen la inmediata apertura de los libros contables del Instituto. “Fuera el vaciador Javier Ibañez y todo su grupo, que en pos de defender sus intereses están liquidando al INTI, los puestos laborales y las condiciones de vida de sus trabajadores y trabajadoras. Exigimos la inmediata reincorporación de los 266 despedidos por esta gestión”, concluyeron en un comunicado.