Hoy hay huelga nacional de trabajadores de Luz y Fuerza. Y el transporte ya amenaza con llamar a una nueva protesta.
El malestar sindical con el Gobierno por la falta de respuestas ante el impuesto a las Ganancias volverá a reflejarse hoy con el paro nacional convocado por la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza, un gremio que se declara kirchnerista e integra la CGT Balcarce del metalúrgico Antonio Caló. A una semana del paro nacional del sindicalismo opositor y de los gremios del transporte, que paralizó el país, los gremios suben su presión sobre el Gobierno.
Y un posicionamiento clave, que podría allanar el camino hacia el nuevo paro nacional, lo dio ayer el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández. En un giro de su discurso conciliador de los últimos días, el jefe del sindicato de colectiveros se mostró ahora proclive a hacer un paro para “fin de mes” o el próximo.
“El silencio del Gobierno va a traer consecuencia: la gente está enojada. Hay malestar y cada vez se agranda más”, advirtió Fernández. Sostuvo que los salarios deberían gravarse a partir de los 30 mil pesos (el doble del tope actual) y pidió que el Gobierno “demuestre que está con ganas de conversar. Llevamos una semana (del paro) y pareciera que hace pito catalán, que no le da importancia. Acá hubo una medida que paró el país”, enfatizó el dirigente colectivero.
Los lucifuercistas, en tanto, habían avisado en la CGT oficialista que no se adherían a la huelga del 31 de marzo pero que llevarían adelante su propio plan de lucha, con el paro de hoy y luego, todos los primeros miércoles de cada mes, durante el año. La Federación está liderada por Guillermo Moser, de la seccional Mercedes, que fue elegido el año pasado en lugar del fallecido Oscar Lescano, que manejó el gremio por 30 años. Las seccionales que impulsan la medida de fuerza con mayor convocatoria son Córdoba, Rosario y Santa Fe. El paro es sin asistencia a los lugares de trabajo y con guardias mínimas para atender emergencias.
Los metalúrgicos, por su parte, buscan resolver su paritaria, en la que piden 32% de aumento, pero no tuvieron aún oferta empresaria. Mañana esperan cerrar un acuerdo en el Ministerio de Trabajo. De no conseguirlo, también barajan la posibilidad de plantear una medida de fuerza sectorial en el congreso del gremio en Mar del Plata, el 16.
En la CGT Balcarce, igualmente, renovaron la esperanza de que el Gobierno anuncie pronto cambios en Ganancias para desactivar la conflictividad sindical. Tras el contundente paro del 31 de marzo y la amenaza de otro por 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo, se asegura que hubo llamados entre los caciques cegetistas y el ministro Axel Kicillof, en los que éste se comprometió a “dar respuestas” en el próximo mes y medio.
Sin embargo, el discurso público del Gobierno no ha variado. El viceministro de Economía, Emanuel Alvarez Agís, consideró ayer “disparatado” subir a 30 mil pesos el mínimo de Ganancias, como reclamó la UTA; y consideró que “el mínimo no imponible está en un nivel razonable”.
Como sea, la decisión sobre un nuevo paro está en una impasse hasta el martes 14 en que se reunirán los gremios del transporte, decisivos en el conflicto. Y un día después está convocado el Comité Central Confederal de la CGT que lidera Hugo Moyano.
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