El líder de los mecánicos, Ricardo Pignanelli, llamó a ""desdramatizar la controversia generada" en la CGT y Máximo Kirchner y aseguró: "Creo que Máximo con su mención a la cantidad de trabajadores que había en 2003 y 2015 no ofendió a nadie".
El titular del Sindicato de Mecánicos y Afines de la Industria Automotriz (SMATA), Ricardo Pignanelli, pidió "desdramatizar la controversia generada entre la CGT y algunos legisladores nacionales" y exhortó "a buscar los consensos y debates necesarios para atender las necesidades de los trabajadores".
En declaraciones a Télam, el dirigente sindical de los mecánicos sostuvo que "hoy más que nunca debemos dejar de lado la coyuntura que nos ofrecen algunos y avanzar hacia la unidad del movimiento obrero".
Pignanelli al ser consultado sobre el intercambio verbal entre miembros de la CGT y legisladores kirchneristas manifestó que "la única verdad es la realidad, porque no debemos subestimar que en 2003 SMATA tenía 23.000 trabajadores, en 2015 alcanzamos 93.000 y a partir de la gestión presidencial de Mauricio Macri nos quedamos con 80.000".
"Particularmente creo que Máximo Kirchner con su mención a la cantidad de trabajadores que había en 2003 y 2015 no ofendió a nadie, porque las estadísticas hablan por si solas de cómo creció la industria nacional durante esos 12 años", subrayó.
Acerca del acuerdo logrado por el Gobierno nacional con los acreedores de la deuda externa hace dos días, Pignanelli calificó como un "excelente trabajo por el equipo conducido por el presidente Alberto Fernández y llevado a cabo por el ministro (de Economía) Martín Guzmán con el apoyo del Frente para Todos, la vicepresidenta Cristina Kirchner, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Masa y el apoyo del Papa Francisco".
"Necesitamos ahora recrear el camino abierto por este acuerdo con los acreedores en unidad, porque ello nos permitirá levantar a la Argentina de su postración y darles a los trabajadores que hoy no tienen trabajo", explicó.
En tal sentido indicó que "este es el camino para recrear una industria nacional con una educación basada en la bandera Azul y Blanca, posibilitando que la ciencia y tecnología apoye el desarrollo nacional a través del cual vamos a lograr la Independencia económica, la Soberanía política y la Justicia Social".
Pignanelli añadió que "con estas banderas levantadas desde la década del '40 y nunca arriadas por el Movimiento Peronista, se logró en la unidad un gran frente para volver a tener un Gobierno con un pensamiento y un accionar de acuerdo con la Doctrina Social de la Iglesia".
Sobre como veía a la CGT, el máximo dirigente mecánico planteó "la necesidad de llegar a la unidad del Movimiento Obrero, junto a las CTA y los Movimientos sociales, porque llegó el momento de dejar las vanidades y los enfrentamientos intestinos y aprovechar que estamos frente a un Modelo Nacional, porque nadie se salva solo y es preferible ser parte del todo y no todo de nada".
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