Las automotrices siguen dando malas noticias. Fiat amplía las suspensiones y casi no trabajará en diciembre. Hay incertidumbre sobre el futuro de Volkswagen y la esperanza se corrió para el segundo semestre de 2017.
El vocero de la delegación cordobesa del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Leonardo Almada, definió el actual como “el peor año desde hace mucho. Incluso peor que el 2001”. Y no debe estar alejado de la realidad. Es que los despidos , las suspensiones y los retiros voluntarios estuvieron a la orden del día, en una de las actividades más golpeadas por el cambio de escenario económico.
“Hemos trabajado muy intensamente para evitar despidos, no fue fácil”, le agregó Almada a La Nación, y dijo que a diferencia de 2001, donde había expectativas de recuperación de mercados externos: “Ahora Europa está vieja y pobre; Brasil viene complicado y no levanta; se prevé más proteccionismo de Estados Unidos. No es un panorama muy auspicioso”.
Las declaraciones llegan en el momento en que Fiat anunció nuevas suspensiones para su personal cordobés. La firma sólo tendrá producción tres jornadas en diciembre y se consolidó como la de peor performance en un año negro.
De esta manera, la fábrica que trabajó entre diez y doce días por mes durante todo este año, volverá a producir luego de las vacaciones que se le impondrán a todo el personal. Aproximadamente el 20 de enero.
En diciembre Volkswagen volvería a su plan original de ocho días de suspensiones de los 170 empleados (el 12 por ciento del total) de la línea MQ 200 de cajas de velocidad. En la segunda quincena de octubre y este mes se trabajó normalmente porque un pedido desde España reactivó el sector en el que impacta directamente Brasil.
Además sobre Volkswagenpende la espada de Damocles de los despidos que se anunciaron desde casa central y que implicarán 7 mil puestos de trabajo menos en Argentina y en Brasil.
Por su parte Reanault finaliza el año sin suspensiones, pero avisó hace unas semanas que se discontinuó la producción del Clio, un modelo emblemático de la marca que se inició en 1996. La decisión implicó un nuevo golpe para las autopartistas ya que era uno de los modelos con mayor nivel de integración nacional.
La esperanza desde las firmas está puesta en el segundo semestre de 2017. Es que aspiran que un cambio en los modelos y el año electoral, impacten de manera positiva en la economía y los arrastre a un nivel mayor de producción.
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