Integrantes del Sindicato de Trabajadores Municipales resolvieron instalarse en el Palacio Municipal hasta tanto no renunciara el Secretario de Seguridad Carlos Mansilla, a quien acusaban por supuestas amenazas a sus empleados. Ante las presiones, Elizalde lo removió del cargo y ahora enfrenta un nuevo pedido de aumento del 30%. Mansilla aseguró que se trata de "una maniobra para desestabilizar al Intendente" y que Blas Altieri no es ajeno a lo que sucede. "Nosotros vinimos a ordenar la ciudad que siempre fue estandarte de la corrupción" y "seguramente hayamos pateado algún hormiguero", dijo a LaNoticia1.
Pinamar volvió a caer en una nueva crisis política. En medio de la guerra política y los escándalos que se vivieron este verano en las playas de la ciudad, ahora se suma un duro reclamo gremial, que tiene como trasfondo una disputa entre seguidores del destituído exintendente Blas Altieri y del actual Jefe Comunal, Pedro Elizalde, quien decidió abrirse del altierismo. Esta semana, integrantes del Sindicato de Trabajadores Municipales realizaron diversas protestas exigiendo la renuncia del Secretario de Seguridad, Carlos Mansilla, mano derecha del Intendente, a quien señalaban por supuestas amenazas a su personal.
Frente a las presiones, el Intendente Elizalde aceptó el pedido de los gremialistas y dejó afuera a Mansilla. El ahora exsecretario de Seguridad había sido designado por el subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad de la Provincia, Edgardo Amarilla, y enviado a Pinamar por el propio Ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados. De acuerdo a las estadísticas, desde septiembre a esta parte, el funcionario oriundo de Ezeiza logró alcanzar el índice delictivo más bajo en la historia de Pinamar, incluyendo una tasa de accidentología récord, gracias a los múltiples controles en la ciudad.
Tras ser apartado de su cargo, Mansilla dialogó con LaNoticia1 y dijo que todo "se trata de una maniobra para desestabilizar al Intendente". "Los sindicalistas dicen que hubo un maltrato al personal y eso es mentira. Los que maltrataron fueron ellos y quedó grabado en video. Con nuestra gestión puede ser que estemos tocando algún interés político. Nos pidieron ordenar la ciudad y seguramente hayamos pateado algunos hormigueros. Pinamar fue siempre estandarte de la corrupción en la Provincia. Presenté mi renuncia para prevalecer la paz social pero espero es que no vuelvan otros 17 años de corrupción", agregó.
El Intendente decidió designar en su reemplazo a Gustavo Milanessi, quien quedará a cargo de la Secretaría de Seguridad. Tras haber logrado su objetivo, ahora el Sindicato apunta a conseguir un aumento salarial del 30 por ciento, a pesar del ofrecimiento del Ejecutivo de un porcentaje menor. Desde el Municipio siguen insistiendo con el 21 por ciento de incremento, sin embargo, desde el Sindicato aclararon que no lo van a aceptar. En ese sentido, adelantaron que exigirán un aumento de sueldo de 30 por ciento, retroactivo al 1 de enero y el 15 por ciento después. "No vamos a aceptar otra propuesta", adviertieron.
El conflicto comenzó cuando Elizalde, suplente del destituído Blas Altieri y del renunciado Hernán Muriale, realizó cambios en su gabinete removiendo a funcionarios que respondían al altierismo. El Sindicato de Trabajadores Municipales salió a responder pidiendo la cabeza de Mansilla, dejando así nuevamente desarmado el gabinete del Intendente. Pinamar está otra vez inmersa en una crisis política, la misma que ya lo llevó a tener 5 intendente en los últimos 6 años. Vale recordar que desde la destitución de Roberto Porretti en 2007, se sucedieron en el cargo Blas Altieri (dest
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