Este miércoles, una manifestación de jubilados y jubiladas que reclamaban mejoras en sus pensiones frente al Congreso de la Nación fue reprimida por las fuerzas de seguridad, generando una fuerte condena por parte de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).
La protesta, que se realiza semanalmente para exigir una actualización de las pensiones y la restitución de la cobertura de medicamentos, contó en esta ocasión con el apoyo de hinchas de fútbol, sindicatos y agrupaciones progresistas. Sin embargo, la movilización se tornó violenta cuando la policía utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y chorros de agua para dispersar a los manifestantes.
CTERA, presente en la manifestación junto a la CTA-T y la CTA-A, expresó su enérgico repudio a la represión sufrida por los jubilados y jubiladas. "Es inaceptable que, en lugar de dar respuestas a las legítimas demandas de nuestros mayores, el Estado responda con violencia y represión", declaró la organización en un comunicado. Además, exigieron "el inmediato cese de la violencia institucional y el respeto irrestricto al derecho a la protesta".
La situación se agravó cuando un grupo de hinchas de fútbol, que había llegado para apoyar a los jubilados, se enfrentó con la policía. Estos incidentes resultaron en un centenar de detenidos, quince heridos y daños materiales en la zona.
La protesta se enmarca en un contexto de creciente descontento por los recortes a las jubilaciones y el aumento de los precios de los medicamentos, lo que ha dejado a muchos jubilados en condiciones precarias. Organizaciones sociales y clubes de fútbol se han unido en defensa de los jubilados, destacando una crisis de representación política.
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