No hace mucho, ambos dirigentes supieron cosechar una relación de cercanía, con elogios y hasta con favores políticos.
Mauricio Macri, y Hugo Moyano vivieron esta semana un intenso cruce. El mandatario tildó al líder camionero y a su hijo Pablo de "patota" y lo acusara de "tener un comportamiento mafioso e ilegal" durante un acto por el Día de la Bandera del 20 de junio. El referente gremial no se quedó atrás y salió a responder: "Todas las macanas que hicieron las van a pagar", advirtió, y calificó al presidente de "descerebrado" e "incapaz".
Pero aunque pareciera que su relación llegó a un máximo de tensión, no hace muchos años ambos dirigentes supieron cosechar una relación de cercanía, que contó con elogios públicos y hasta con favores políticos concretos. Corría octubre 2012 y Macri era por entonces jefe de gobierno porteño. Su enfrentamiento hacia Cristina Fernández de Kirchner lo llevó a compartir con el gremialista un acto del Grupo Profesional de Trabajadores Agrícolas (GPTA) en una de las sedes de la Unión de Trabajadores Rurales Argentinos (Uatre).
La sede pertenecía a otro de los sindicalistas preferidos de Cambiemos, el hoy difunto Gerónimo "Momo" Venegas. "Tenemos un enorme futuro juntos y por eso estoy dispuesto a trabajar, así que cuenten conmigo", le expresó ese día al líder del PRO. El encuentro fue recordado por un gesto emblemático: en el escenario, el intendente de Buenos Aires le regaló al camionero una rosa blanca que estaba de centro de mesa, y dejó en claro su disposición a trabajar juntos "lejos de la confrontación".
Moyano volvió a mostrarse junto a Macri en plena campaña presidencial de 2015, durante un acto en La Usina del Arte del barrio de La Boca. "Si no te molesta te digo compañero", lanzó el sindicalista, para luego subrayar que el macrismo fue el gobierno que "reconoció la dignidad de los trabajadores". Por su parte, el entonces candidato presidencial destacó la “batalla" que el camionero había dado "en defensa de la dignidad del trabajador”. Ese día, el jefe del PRO le remarcó, además, su compromiso “con el diálogo y la negociación con los trabajadores para recuperar la cultura del trabajo y construir una Argentina con pobreza cero”. Pablo Moyano le respondió a Macri: "No perdona que frenamos la reforma laboral" Un mes después, el por entonces jefe de Gobierno inauguró el primer monumento a Juan Domingo Perón de la Ciudad de Buenos Aires junto a varios dirigentes justicialistas, entre ellos Eduardo Duhalde y el propio Moyano.
"Unos dicen que son peronistas pero se dedican a manipular las cifras de pobreza. Pero el peronismo no es prepotencia ni soberbia, el peronismo es justicia social, luchar por igualdad de oportunidades, por la pobreza cero en la argentina. Ese es el peronismo que yo reivindico", le dijo por entonces Macri al líder sindical. "Concurrimos acá porque Perón esta por encima de todo y nos pareció importante lo que esta haciendo Macri", expresó Moyano para devolverle el cumplido. Macri responsabilizó a los Moyano de tener "privilegios acumulados de forma ilegal" Macri y el gremialista habían comenzado a afianzar su vínculo con el despegue de Moyano del kirchnerismo. Uno de los primeros gestos de acercamiento del hoy Presidente al líder camionero había sido la garantía a 7000 camioneros del servicio de recolección de residuos para que continuasen con su fuente laboral. Por ese entonces, ambos compartían amistades políticas, como al exintendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, y el humorista y ya retirado de la política, Miguel del Sel. Ya con Macri en la Presidencia, la relación entre ambos entró en cortocircuito.
Durante los primeros años del PRO en el Gobierno nacional, Moyano solía conversar semanalmente con Jorge Triaca, a quien le llevaba pedidos como fondos para obras sociales o cuestiones administrativas de su gremio. Los primeros roces comenzaron con temas como la unidad de la CGT, el intento de conducción de la AFA de Moyano y el veto a la ley antidespidos de parte de su hijo Facundo. Poco después, las críticas hacia la reforma laboral por parte de Pablo Moyano, la presión de la AFIP por la deuda del correo OCA, la avanzada judicial sobre la corrupción en Independiente y el proyecto del Poder Ejecutivo para limitar las reelecciones en los sindicatos terminaron de hacer estallar la tensión entre las partes.
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