La clave para lograr encaminar el conflicto pasa por subir los aranceles que reciben los prestadores. Pero no es fácil, el PAMI ofrece un ajuste casi testimonial y un incremento en las cuotas de las prepagas le pegará a los golpeados bolsillos de la clase media.
Pocos conflictos reflejan tan acabadamente aquel viejo axioma de la frazada corta como lo que ocurre en el sector salud. Y en el tironeo, todas las partes pierden y quienes deben atenderse en las diversas instituciones quedan rehénes de una situación los excede.
Tanto prestadores como financiadores del sector privado reconocen el justo reclamo de los trabajadores pero argumentan que sin ajuste de aranceles en el caso de los que perciben los prestadores, o cuotas en la medicina prepaga, no pueden afrontar una mejora salarial.
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Por su parte, los trabajadores de la salud aducen que sin aumentos no se puede seguir, en momentos en que recrudece la inflación. Piden un incremento del 45%, en línea con lo que obtuvieron otros gremios e incluso algunos puntos por debajo de la inflación anual prevista.
Sanidad ratificó el paro y clínicas y sanatorios reprograman turnos no urgentes
Al promediar esta jornada de paro (cuatro horas por turno) en centros de salud de todo el país, dispuesto por la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), la noticia es que por el momento no hay acuerdo y el conflicto sigue.
El paro se cumple desde las 10:00 hasta las 14:00; en la tarde desde las 18:00 hasta las 22:00; y de noche desde las 00:00 hasta las 4:00 del sábado.
Están afectadas por el cese de actividades el Sanatorio Sagrado Corazón, Sanatorio Santa Bárbara, Instituto Fleni, Clínica Bazterrica y Sanatorio Finochietto. Además, hay medidas de fuerza en el Sanatorio de la Trinidad (Mitre), Sanatorio Güemes, Clínica Alcla, Clínica de la Esperanza, Centro Gallego, Hospital Alemán, Hospital Italiano, Sanatorio San José, Hospital Español, Clínica Zabala, las clínicas de Medicus y Emergencias, entre otros.
La medida de fuerza continuará de acuerdo a lo previsto el resto del día hasta la madrugada del sábado, las clínicas y sanatorios están reprogramando turnos no urgentes, y se espera alguna convocatoria del Ministerio de Trabajo la semana que viene.
Así, el sentimiento que prima en el sector es que no hay expectativas claras de qué puede pasar, dado que el conflicto llegó a un punto en que sin plata sobre la mesa, es difícil que se destrabe.
El sindicato pide 45% mientras que el PAMI está ofreciendo un 11% y la Superintendencia está trabajando en un incremento de cuotas de prepagas, que llegarían al 25 o 26% de acá hasta febrero
Fuentes del sector prestacional aseguraron a El Cronista, que "esto se resuelve con alguna propuesta razonable por parte del PAMI, fundamentalmente y de la Superintendencia de Servicios de Salud con respecto a las cuotas de la medicina prepaga, que son las dos puntas que estamos negociando".
Hasta el momento las cuentas no cierran. El sindicato está pidiendo 45% y los prestadores dicen que no son formadores de precios, por lo que cualquier ajuste debe salir necesariamente de un incremento de los aranceles que reciben.
En este contexto, el PAMI está ofreciendo un 11%, y la Superintendencia está trabajando en otorgar algún incremento de las cuotas de prepagas que llegarían al 25 o 26% de acá hasta febrero, aunque no está confirmado.
Aun así, "son cifras que están muy por debajo del 45% que está solicitando el sindicato", señalan en clínicas, sanatorios y hospitales de comunidad, nucleados en la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS).
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