Efectivos federales buscan intensamente a Víctor Carcar, líder sindical de la UOCRA Neuquén, a pedido de la justicia y para encarcelarlo por un delito de defraudación del que fue encontrado culpable y deberá pagar con cuatro años de prisión. Dos gremialistas de la construcción intentaron “apretar” a empresarios de la región al pedirle 6000 pesos.
Ni Carcar, ni Zúñiga quisieron pasar el fin de semana largo en la cárcel e incomunicados. Sin embargo por distintas vías hicieron saber que permanecen escondidos por asesoramiento de sus abogados y se presentarían ante la Justicia el martes próximo. Mientras tanto, sus compañeros de ruta, el ex intendente Omar Goye y el mercantil Walter Cortés, ya cumplen su condena en el penal de Esquel.
De esta manera los nombrados tuvieron cuatro días en libertad, no cumpliendo el destino que les otorgaron los magistrados que llevaron adelante el juicio oral pertinente en General Roca. Así las cosas, Carcar es buscado por fuerzas federales para que comience a cumplir una condena de cuatro años por la estafa al sanatorio ARBOS de Bariloche, hecho que ocurrió hace 17 años, cuando se desviaron 2 millones de dólares.
El abogado defensor (de Carcar y Cortés) Gustavo Palmieri indicó que "todavía no fuimos notificados sobre porqué lo buscan. No sabemos si es que el tribunal considera que hay riesgo de fuga o si quiere que cumpla condena". El letrado indicó que el viernes se presentó un escrito ante el tribunal para solicitar información sobre detalles de la causa. Palmieri señaló que su defendido no fue notificado en persona sobre la disposición de cumplir condena.
"Entendemos que quieren que cumpla condena, aunque para que alguien pierda la libertad debe ser notificado en persona. Cuando los efectivos de la PSA fueron al domicilio de Carcar, estaba su hijo pero él no estaba, se encontraba de viaje", indicó Palmieri.
Además el abogado dijo que esperan una decisión de la Suprema Corte de Justicia, en donde presentaron un recurso de “queja”.
Mientras Carcar huye o se esconde, dirigentes de la UOCRA Neuquén, apretaron y extorsionaron a empresarios en la región. La Policía, en un minucioso trabajo de inteligencia, detuvo a dos delegados del gremio tras cobrarle seis mil pesos a un empresario mendocino que está desmontando una estación de servicio neuquina, según informó La Mañana de Neuquén.
La maniobra ocurrió el jueves último. Todo comenzó cuando los delegados locales, padre e hijo de 52 y 23 años, fueron hasta Félix San Martín y Carmen de Patagones, donde unos operarios desmontaban la estación de GNC. Los sindicalistas le exigieron al empresario que tomara gente de la UOCRA para realizar las tareas, y él les informó que venía contratado de Mendoza con un grupo de operarios para realizar el trabajo.
Los gremialistas optaron por pedirle dinero a cambio de no pararle la obra. Se estableció un plazo de dos horas para pagar la suma de 6 mil pesos en un café del microcentro neuquino.
El Departamento de Delitos, que manejaba el dato del “apriete” y tenía información del encuentro acordado para el mediodía del jueves, dispuso un operativo para atrapar a los extorsionadores.
Se situó personal de civil dentro del café y un equipo en la calle que monitoreó el encuentro. De hecho, se filmó y fotografió toda la operación realizada por la Policía. El empresario llegó en hora y se sentó a tomar un café. Minutos después, arribaron el delegado de la UOCRA y su hijo, ambos de campera negra y jean. El encuentro duró menos de diez minutos. El mendocino entregó un sobre con el dinero exigido y los sindicalistas lo tomaron, se pararon y salieron del local.
El equipo apostado en la calle comenzó el seguimiento de los delegados de la UOCRA, que se subieron a un taxi en la esquina de Avenida Argentina y bajaron en Antártida Argentina al 1800. Allí, ingresaron a un comercio donde realizaron una carga virtual de 50 pesos y al salir, los investigadores procedieron a la detención.
Durante la requisa realizada con los testigos del caso, les secuestraron los celulares y el sobre con el dinero entregado por el empresario mendocino. A los dos delegados de la UOCRA les iniciaron una causa por extorsión y posteriormente fueron liberados a derecho.
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