La mujer de Roberto Pereyra difundió un comunicado contra la empresa Trenes Argentinos, el Ministerio de Transporte y la Unión Feroviaria, tras el fallecimiento de su marido en el depósito de la línea Roca, en la localidad bonaerense de Llavallol.
«Se trata de un asesinato laboral«. Así encabezaron un comunicado que hicieron público hoy los familiares y amigos de Roberto Pereyra, el operario que falleció tras sufrir una fuerte descarga eléctrica cuando trabajaba en el depósito del Tren Roca en Llavallol, al sur del conurbano bonaerense. En el texto pidieron Justicia y responsabilizaron a la empresa Trenes Argentinos por el hecho.
“Me toca hoy ser la voz de mi esposo que ya no está para decir su verdad y también la de miles de operarios que por miedo a represalias hoy se mantienen en silencio soportando estas miserables condiciones laborales. Roberto no fue responsable, fue víctima”, señala Claudia González, la esposa de la víctima.
Pereyra falleció el pasado 19 de enero al recibir una descarga de 25 mil voltios que le ocasionó heridas mortales, en los talleres de mantenimiento de formaciones de trenes de Llavallol.
«Mi esposo, un padre de familia, dedicó 13 años de su vida a trabajar en el Roca siempre expuesto a condiciones de precariedad. En los últimos años no paso un día sin que habláramos de esto y los peligros de tener que realizar las tareas ordenadas por supervisores que le causaron la muerte, varias veces paso por su cabeza pedir el pase de sector pero la posibilidad de sufrir persecución, algo cotidiano en el ferrocarril, lo detenía», subraya el escrito.
Dura acusación
“Lo ocurrido en Llavallol no fue un accidente sino un ¡asesinato laboral!”, sentencia el comunicado que denuncia las condiciones de trabajo en la que se desenvolvía Pereyra -ya que también recibió una descarga David Navia, compañero de mantenimiento- como así también a acusar “complicidad gremial” a la gerenciadora Trenes Argentinos.
“No solo fallaron los semáforos del sector, sino que no contaban con ropa adecuada ni calzado, los matafuegos no se encontraban cargados. Buscando tapar todo esto sacaron la planilla del sector donde constaba su lugar de trabajo, horario, el encargado de suministrarle funciones y condiciones laborales”, enfatiza la misiva.
En el texto denuncian que sacaron la planilla del sector donde constaba su lugar de trabajo, horario de trabajo y hasta el encargado de suministrarle funciones y condiciones laborales a Pereyra.
Bronca y responsabilidades
Para los familiares y amigos “es claro” que existe “una complicidad desde encargados, supervisores pasando por el Ministerio de Transporte y sindicatos. Fueron los propios compañeros de Roberto quienes lo asistieron luego de recibir una descarga eléctrica, debieron apagar el fuego con trapos mojados y la espera de la ambulancia llevó 40 minutos. El lugar no cuenta con una ambulancia para posibles accidentes bajo la justificación de que resulta demasiado caro”, acusaron.
«El ministerio de Transporte y Trenes Argentinos son responsables por permitir que esta situación de precariedad que provoco la muerte de mi marido recorra el Ferrocarril Roca. Ellos deben dar explicaciones, asumir su responsabilidad o renunciar y pagar por esta injusticia», prosiguió el escrito de la mujer que quedó a cargo de una hija de 5 años.
«La Unión Ferroviaria también es responsable del asesinato de Roberto, nadie se puso a mi disposición sino que han intentado sacar ventaja», disparó en relación a la responsabilidad sindical.
«Roberto no fue responsable, fue víctima. A Roberto lo mataron con la negligencia de un entramado mafioso. Les pido por la memoria de Roberto y la dignidad de todos los trabajadores víctimas de asesinato laboral y precarización que difundan este comunicado , que viralicen la verdad, que no dejen que triunfe la impunidad sobre la justicia, que no me dejen sola», finaliza el comunicado.
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