Hubo despidos, los empleados sufrieron y hay líneas en las que trabajan sobre exigidos y expuestos a accidentes.
Ulises Politano, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) en Pepsico, la multinacional que funciona en el Parque Industrial General Savio de Mar del Plata se refirió a los despidos que se produjeron en abril, la persecución de la empresa a los trabajadores y las normas de seguridad que no respeta y generan accidentes.
Los trabajadores continúan en estado de alerta y movilización. “La empresa les descontó presentismo y puntualidad, el premio bimestral y horas a las 58 personas que permanecieron en asamblea el día de los despidos en una clara maniobra para que no se vuelvan a sumar”, expresó Politano.
El reclamo llegó al ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y tras una audiencia celebrada el martes pasado, consiguieron el reintegro de las horas, el premio bimestral y que, a futuro, quienes se vieron afectados tengan prioridad en caso de que haya horas extras. Pero no les respetaron el presentismo y la puntualidad. “No nos quedamos conformes. Fue lo que se logró”, dijo.
Los despidos
El conflicto comenzó el pasado 11 de abril cuando la empresa despidió a 36 trabajadores. Luego, la firma llegó a un acuerdo económico con los afectados. No obstante, el delegado señaló: “Siguen siendo despidos. Fueron coaccionados a arreglar a causa del despido previo. La empresa se jacta de ser ´el mejor lugar para trabajar´ pero a las claras no es así ya que la gente está atemorizada luego de lo que sucedió”. Además, a Pepsico le permitió acudir a la audiencia en el ministerio de Trabajo y decir que hizo arreglos voluntarios, que no despidió a nadie.
Politano expresó que el mensaje fue que los habían cesanteado porque no estaban alineados con la cultura que Pepsico quiere seguir ¿Cuál sería esa cultura? “Hace lo que te digo sin miramientos porque si no, no vas a pasar por el molinete. Por un lado, difunden los ´Pepsico way´ donde uno de los pilares es ´expresa tu opinión sin miedo´. Y por el otro te despiden por levantar la mano y discrepar en ciertas cuestiones”.
Hay un empelado con fisura de cráneo
A su vez, el referente sindical denunció que la empresa incumple cuestiones de seguridad. “La fábrica está llena de goteras y cuando llueve los compañeros tienen que manejar los auto elevadores sobre charcos de agua. También disminuyeron las dotaciones de las líneas y, en algunos puestos, el personal está sobre exigido”.
Hay líneas de producción que se automatizaron pero hay otras que no y también trabajan con menos personal. “Uno de los problemas recurrentes es que las líneas se desbordan porque la gente no da abasto con todas las tareas. Las líneas están mucho más desordenadas, la gente corre más para llegar y eso hace que estén más propensos a accidentes”, explicó y advirtió que no se hicieron los estudios ergonómicos que avalen esos cambios en donde producen papas fritas, doritos y cheetos.
Los empleados reclaman hace años, por ejemplo, la mejora del sistema de desagües. Sucede que cuando lavan algunos sectores de la fábrica el agua se mezcla con el aceite y el piso se pierde adherencia. Tanto que un trabajador de limpieza resbaló, se cayó, golpeó la cabeza y se fisuró el cráneo.
No es la primera vez que a la multinacional la denuncian por despidos y maltrato laboral. El 20 de junio de 2017, Pepsico cerró la planta ubicada en Florida, Vicente Lopez. La multinacional explicó que habían trasladado la producción. Allí trabajaban 691 personas. Pepsico reubicó a las 155 que hacían tareas administrativas y sostuvo que indemnizaría a las 536 restantes.
Los trabajadores resistieron los despidos y denunciaron que muchos de ellos con una antigüedad promedio de diez años padecían enfermedades laborales: síndrome del túnel carpiano, hernias de disco, lumbalgias y tendinitis.
En la fábrica del Parque Industrial han denunciado a la firma pero “el ministerio (de Trabajo) no acciona”, dijo Politano y detalló que “son recurrentes los ataques de pánico, las carpetas psiquiátricas y las caídas y golpes durante las limpiezas”.
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