El heterogéneo frente de gremios bonaerenses va a otra pelea dura con Vidal en un marco de fricciones al interior del universo sindical. El pejotismo de Baradel y el moyanismo con la cara pintada.
Mientras aguardan el llamado de la gobernadora María Eugenia Vidal para iniciar la discusión paritaria salarial, los sindicatos que integran el Frente de Unidad Docente de la provincia de Buenos Aires consolidan su fidelidad y prevén medidas de acción en conjunto.
La coyuntura nacional, que muestra una Confederación General del Trabajo (CGT) en plena ebullición y con la posibilidad cierta de una ruptura, además de alianzas antes impensadas, no toca al Frente bonaerense, que también presenta una composición absolutamente heterogénea.
La alianza, conformada por los gremios Suteba, FEB, Sadop, AMET, UDA y Udocba, se consolida en la provincia y afila su perfil opositor a Cambiemos.
No la alteran las movidas individuales de sus integrantes, como el caso de Roberto Baradel, principal figura del grupo y titular del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), quien participó días atrás, por primera vez, de la reunión del consejo del PJ bonaerense.
Baradel, además, como integrante de la central docente Ctera y secretario de Relaciones Internacionales de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA de los trabajadores), fue uno de los gremialistas que adhirió a la movilización convocada por el Sindicato de Camioneros y un sector de la CGT originalmente para el próximo 22 de febrero, aunque la coincidencia con el aniversario de la tragedia de Once obligó a mover a fecha todavía sin determinar.
Su foto junto al secretario gremial de la Central obrera, Pablo Moyano, y a su padre y referente sindical, Hugo Moyano, fue uno de los temas que dominaron la agenda política de la semana.
Los denominados Gordos de la CGT y los sectores independientes, conformados por Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN) y José luis Lingeri(Obras Sanitarias), se mantuvieron alejados de la decisión apurada por Moyano y dejaron en evidencia la clara fractura de la central gremial.
En el Frente de Unidad Docente, la CGT tiene varias patas y todas, de diferentes sectores.
Miguel Díaz, titular de la Unión de Docentes de Buenos Aires (Udocba), que participa de la CGT, sigue la línea de los Moyano y será parte de la marcha programada contra el gobierno de Cambiemos.
Pero la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET), con Jorge Dobal a la cabeza, si bien coincide en su pertenencia a la CGT, participa del sector más moderado, alejado de los Moyano, al igual que la Unión de Docentes Argentinos (UDA), que tiene como máximo referente a Sergio Romero, una figura de la CGT que pegó el faltazo en la última convocatoria y dejó en evidencia su no adhesión a la marcha del 22. En la provincia, es Edith Contreras, actual secretaria normalizadora, la referente en el Frente Gremial.
El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), comandado por Mario Almirón a nivel nacional y la figura de Inés Russo en la provincia, forma parte de la Corriente Federal (una escisión de la CGT liderada por el bancario Sergio Palazzo). La entidad también se mantiene atenta a los movimientos de la CGT, aunque con una posición más cercana a la CTA de Baradel que a las decisiones de Hugo Moyano.
Lejos de todas estas definiciones y marcando su perfil no partidario, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), comandada desde hace 14 años por Mirta Petrocini, todavía no definió si participará de la movilización del próximo 22.
Petrocini es una de las figuras fuertes del Frente de Unidad Bonaerense. Su posición “apartidaria” la ha mantenido lejos de las críticas de Cambiemos.
Es sabido que la gobernadora Vidal ha tomado a Baradel, una figura cercana al kirchnerismo y ahora al PJ que comanda el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, como su principal adversario gremial.
Durante todo 2017, Baradel fue el enemigo público Nº 1 de la mandataria, que eximió de sus críticas al resto de los referentes gremiales docentes.
Lejos de quebrar esta postura, consolidó el espacio, que aún ahora, con esta coyuntura tan compleja, se mantiene en unidad.
-¿Cómo manejan las diferencias?- consultó Letra P a Baradel.
-Todos somos tolerantes con las diferencias y estamos centrados en buscar consensos en las cosas que son fundamentales- definió el titular de Suteba.
“Discutimos mucho, mucho, pero siempre buscamos ponernos de acuerdo”, remarcó.
Esta semana, Vidal anunció beneficios para los chicos, adolescentes y jóvenes en edad escolar, con medidas que definió como “prioritarias” por sobre los “temas salariales”.
Pareció una crítica vedada a los gremialistas, que todavía aguardan el llamado del Gobierno. Baradel adelantó que, si no tienen novedades en las próximas horas, pedirán una audiencia con el Gobierno para evitar llegar al 5 de marzo, fecha oficial del comienzo de clases, sin definiciones.
Sin un grupo de WhatsApp que los reúna virtualmente y con el viejo sistema de llamadas telefónicas, los integrantes del Frente Gremial esperan encontrarse la próxima semana en una reunión trascendente para afinar definiciones.
La futura marcha opositora, proclamada por Moyano y también por Luis Barrionuevo (Gastronómicos), sumada al reclamo por la convocatoria a paritarias, el alerta por una posible reforma al Instituto de Previsión Social (IPS) y el ciclo de aumentos de servicios, inflación y reducción del Estado nacional y provincial con el consecuente despido de trabajadores, es parte del extenso listado de temas a tratar.
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