Desde la llegada de Javier Milei al gobierno, la pérdida de empleos en el sector privado formal alcanza a cerca de 140.000 personas a nivel nacional, de las cuales más de 60.000 corresponden a la Provincia de Buenos Aires. La paralización de la obra pública y la caída del poder adquisitivo son los principales factores detrás de esta crisis laboral.
La situación laboral en Argentina atraviesa una crisis profunda. Desde la asunción de Javier Milei en noviembre pasado, unos 140 mil trabajadores asalariados del sector privado registrado han perdido sus empleos, según datos recientes. Más de 60 mil de esos puestos corresponden a la Provincia de Buenos Aires, es decir, cuatro de cada diez despidos a nivel nacional. Así lo advirtió el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, quien cuestionó las políticas actuales y urgió un cambio hacia un modelo de desarrollo productivo.
López afirmó que “el gobierno nacional debe reorientar el rumbo hacia un modelo que priorice la creación de empleo”. Su reclamo se enmarca en un contexto donde, de los 14 sectores analizados a nivel nacional, 11 registraron pérdidas de empleo. Sectores clave como la construcción y la industria manufacturera se han visto especialmente golpeados: la construcción perdió más de 66 mil empleos, y la industria manufacturera, cerca de 30 mil puestos.
Uno de los factores principales de esta crisis es la parálisis de la obra pública, que afecta directamente a sectores dependientes de la inversión estatal. A esto se suma la pérdida de poder adquisitivo de los hogares, que debilita la demanda interna, impactando en el comercio y la industria y dificultando aún más la generación de empleo. Sectores como el inmobiliario y el de transporte también han registrado caídas importantes, con pérdidas de 16 mil y 11 mil empleos respectivamente.
La Provincia de Buenos Aires es una de las más afectadas. Desde noviembre de 2023, el empleo asalariado en el sector privado bonaerense se redujo en 60 mil puestos, pasando de 2.018.792 en noviembre de 2023 a 1.958.676 en agosto de 2024. Este retroceso impacta en una economía que necesita estabilidad laboral para sostener el consumo y el bienestar social. El titular de Economía enfatizó que “sin trabajo, no hay futuro” y subrayó que el empleo y el desarrollo productivo “deben ser prioridades”.
En respuesta, el gobierno bonaerense presentó un proyecto de Presupuesto para 2025 con el objetivo de revertir esta tendencia. Según López, el presupuesto busca recuperar el crecimiento del empleo y el desarrollo productivo en la provincia mediante políticas que fortalezcan sectores clave y protejan el trabajo. Esta iniciativa representa, según el ministro, un camino necesario para asegurar el bienestar de los bonaerenses y contrarrestar los efectos negativos de la actual gestión nacional.
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