Un nuevo episodio se suma a la escalada de conflictos que vive la seguridad privada. Ahora, la presión del Bloque Nacional que lideran Leónidas Requelme y Christian López obligó a Ángel García a salir a la calle a reclamar por la renegociación paritaria.
Recordemos que hace un tiempo atrás, el octogenario dirigente había expresado en un programa radial de la CGT de zona norte que siempre había mantenido una "buena relación con la cámara empresarial" y que jamás tuvo la necesidad de llamar a un paro de la seguridad privada. Parece que está vez los tiempos cambiaron: la presión de otros espacios gremiales y de los mismos trabajadores están haciendo que los históricos dirigentes que se enquistaron en sus sillones durante décadas tengan hoy que salir a la calle, un terreno prácticamente virgen para ellos. Tal es así que, según pudo verse en videos publicados en redes sociales, a través de un megáfono los voceros de Ángel García destinaron los reclamos a los anteriores directivos de CAESI y no a los actuales que ya llevan casi un año de mandato, un bochornoso blooper que dejó en evidencia la total desactualización de algunos dirigentes en cuanto a lo que ocurre en la actividad.
El Bloque Nacional de Seguridad Privada ha planteado estos días que exige una renegociación que lleve el básico de los trabajadores a un 110% por encima del actual valor, más una suma en concepto de bono de fin de año de $60.000 para paliar la pérdida de poder adquisitivo frente al avance inflacionario que azota nuestro país, y que ayude a recomponer los salarios de los trabajadores de seguridad que desde el año 2018 se encuentran por debajo de la línea de la pobreza gracias a las pésimas negociaciones de las cabezas gremiales responsables de firmar las paritarias de la seguridad privada.
Según explicaron desde el espacio gremial que comandan López y Requelme, la negativa de recomponer el salario de los trabajadores podría tener como consecuencia movilizaciones a CAESI y al Ministerio de Trabajo. "El Bloque Nacional vino demostrando su contundencia en las calles todos los días a través de las constantes recorridas para garantizar el cumplimiento del convenio colectivo y las inspecciones para certificar las condiciones laborales de los trabajadores", resaltó Christian López, "nuestro armado es político, institucional y real, nuestra fuerza son los trabajadores, no tenemos la necesidad de echar mano a sectores ajenos a la actividad o que hace mucho dejaron de pertenecer a ella. No reciclamos personajes que aprendieron de la militancia nuestra y se pasaron al bando del mejor postor, tampoco alquilamos para nuestras medidas a manifestantes de agrupaciones sociales a los cuales les pagan, como se vio hoy en la gente que llevó García al Ministerio de Trabajo que ni siquiera saben cuales son las autoridades de la cámara empresarial", expresó el dirigente moyanista. Con la interna gremial al rojo vivo y el descontento generalizado de los trabajadores de la actividad debido a la intransigencia empresarial para recomponer los salarios, la contienda en la seguridad privada parece estar lejos de resolverse y se vislumbra un panorama conflictivo de grandes magnitudes para las empresas de seguridad y sus clientes, que por decantación podría afectar a otras actividades que están simbióticamente relacionadas con la actividad que desarrollan los vigiladores privados.
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