Luego que a fines de la semana pasada se conociera que por disposición del Gobierno Nacional se producirían 254 despidos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, los trabajadores de todas las delegaciones del INTI comenzaron el lunes con un Paro Nacional por 48 horas, en sus puestos de trabajo.
Durante la primera jornada del paro, los trabajadores de la delegación tucumana del INTI, acompañados de referentes sindicales, políticos y sociales, permanecieron en Estado de Alerta, a la espera de novedades en las instalaciones del ex Predio Ferial. Hasta ese momento, en medio de la incertidumbre, los trabajadores habían tomado conocimiento que en la primera tanda de los 200 Telegramas de Despido emitidos desde Nación, no había ningún trabajador tucumano en la lista negra.
Finalmente ayer, tras la emisión de la segunda tanda de Telegramas, se daría a conocer que serían 3 los trabajadores que perderían sus puestos de trabajo en la sede local del INTI. En diálogo con Gremiales Tucumanas, uno de los trabajadores del INTI Tucumán (que pidió que se reservara su identidad por temor a represalias) hizo referencia a la situación: “Han despedido a un compañero que estaba a meses de jubilarse y a dos compañeras jóvenes que han sido madres hace poco. Hay una caza de brujas, y sabemos que en la próxima puede ser cualquiera de nosotros. Sabemos que la mayoría de los despidos en las reparticiones nacionales viene siendo de trabajadores de ATE, pero ahora están demostrando que nadie tiene garantizada la fuente laboral. Es muy angustiante esta situación”.
Según consignó el diario el Tucumano, los trabajadores despedidos serían: Pablo Neder, arquitecto de 67 años, próximo a jubilarse; Verónica Cabrera Slame, mamá de un niño de dos años y Verónica Cabral, con 10 años de antigüedad y un de un bebé de siete meses.
Cabe recordar que semanas atrás, en la delegación local del ENACOM, se habían producido 4 despidos. En aquella oportunidad el responsable provincial de la repartición, Augusto Zucarelli, se había encargado personalmente de comunicarles a los trabajadores su desvinculación forzosa por decisión unilateral. Con la anterior desaparición del RENATEA y los despidos en el SENASA, la ola amarilla de los despidos continúa cobrandose puestos de trabajo en la provincia.
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