La irrupción de una nueva agrupación que reclama renovación, repercute en la política y sacude el avispero en el vecino distrito.
Las elecciones en el Sindicato de Trabajadores Municipales de Berisso agregan condimento al caldo de la política en ese vecino distrito, rico en tironeos entre el oficialismo de Cambiemos y la oposición kirchnerista pero también en el mosaico de la interna peronista.
Por primera vez en 30 años la conducción del gremio que posee la mayor cantidad de afiliados entre los 1.600 empleados de la comuna berissense discutirá en mayo próximo su continuidad en las urnas ante una lista que propone la renovación en un marco de duras críticas y cuestionamientos a esa conducción.
En rigor, el actual secretario general, Marcelo Peroni, no tiene esa antigüedad en el cargo pero ha continuado la línea abierta en 1974 por Alfredo Dulke que se retiró en 2015 para dejar paso a una conducción surgida de una lista de unidad.
Ahora, esa unidad parece perdida y un grupo de afiliados nucleados en la “8 Once” reclama el derecho a que los afiliados decidan si quieren o no una renovación. El nombre de 8 Once responde al 8 de noviembre, Día del Empleado Municipal de Berisso.
Entre otros actores de la vida sindical berissense la movida es encabezada por Pablo Cabrera, yerno de Alfredo Dulke. Ese parentesco abrió especulaciones sobre una presunta intención del viejo líder gremial para instalar una nueva conducción pero todos, incluido Dulke, lo niegan.
El gremio de los municipales, a partir de la influencia de Dulke, ha estado históricamente alineado al PJ local. Y en tiempos en que un radical gobierna el distrito esa organización gremial se ha mantenido en ese perfil.
Pero los avatares de la interna peronista berissense han hecho mella en algunas estructuras de esa organización y por estos días la conducción ha cosechado cuestionamientos por su cercanía a uno de los precandidatos a intendente en esa interna, el concejal Fabián Cagliardi.
Así, desde la 8 Once una de las banderas que levanta la renovación es la de un gremio que muestre menor pertenencia al PJ local.
La aparición de la 8 Once en el escenario gremial y político de Berisso abrió un abanico de especulaciones sobre la “paternidad” del proyecto.
Las primeras miradas fueron hacia el oficialismo de Cambiemos y a determinadas áreas del andamiaje municipal donde algunos trabajadores han hecho fuertes cuestionamientos a la posición “dura” del gremio para con el gobierno del radical Jorge Nedela.
Por caso, en estos días el STMB convocó a una huelga que afecta la recolección y otros servicios como forma de mostrar su rechazo a la primera oferta que el municipio le hizo en la discusión paritaria.
Pero desde el municipio y desde la 8 Once niegan relación alguna con el oficialismo. Aunque admiten que “muchos compañeros no están de acuerdo en que el gremio sea una herramienta del PJ”.
Los renovadores reclaman un gremio con “presencia”, dicen y apuntan a que la dirigencia actual no recorre las áreas municipales. Y proponen darle espacio a las mujeres que hoy no lo tienen.
Dentro del fragmentado mosaico que ofrece la interna del peronismo kirchnerista de Berisso tampoco hay señales de pertenencia del grupo que intenta la renovación. En los corrillos hay quienes señalan al dirigente petrolero Ramón Garaza pero sin pruebas concretas de que sea “el padre de la criatura”.
En medio de tanta especulación, el oficialismo en el gremio que encabeza Marcelo Peroni, viene de sufrir un golpe fuerte.
El hombre que era visto como “candidato natural” a sucederlo, Claudio Hiser, debió dar un paso al costado luego de conocerse que un familiar suyo había recibido una vivienda de un plan que recientemente entregó el municipio tras retomar las obras de construcción de esas unidades habitacionales.
El dirigente gremial se defendió con documentación para mostrar que estuvo ajeno al hecho pero pudo contra los cuestionamientos de dentro y fuera de la organización por lo que decidió bajarse de la candidatura.
De todos modos, las listas no han sido presentadas y nadie se juega a que haya sorpresas.
Por ahora, no hay un mal clima preelectoral y a los cuestionamientos sobre “inacción” de la opositora 8 Once, el oficialismo ha venido respondiendo con algunas actividades en el campo gremial como cursos y sorteos.
Pero a nadie escapa que la principal bandera a levantar por parte del oficialismo que no quiere perder la conducción del gremio es la “mano dura” en los reclamos salariales ante el gobierno comunal.
En el municipio dicen haber tomado nota de la situación. El propio intendente Nedela dijo que “necesitan mostrar dureza” ante afiliados que en la elección de mayo dudan en votarlos.
En ese escenario, la elección en el gremio de los municipales de Berisso genera tensiones, especulaciones y hasta tironeos.
Comentá la nota