Dijo que los trabajadores no tienen ningún tipo de garantías y de allí que el conflicto “social” continúe en estado potencial.

“Nosotros no nos estamos negando a aceptar lo que ofrecen, lo que decimos es que en el acta no hay nada escrito ni firmado y, por ende, nada garantizado”, dijo ayer Guido Dickason, vocero de los “Dragones”, que explicó la “potencialidad del conflicto” y el estado de alerta permanente se sustenta en el hecho de no tener garantizado de qué manera se va a conformar ni cuál será la operatividad del aporte de PAE, cuál será el nivel salarial que se sostendrá durante estos seis meses y cuáles serán las capacitaciones.

“Yo pregunto qué cursos vamos a hacer. En yacimientos hemos tenido capacitación en seguridad e higiene y también por funciones, nos pueden decir ‘quédense tranquilos’, ¿pero de qué nos van a capacitar?”, preguntó para empezar a enunciar una lista de incógnitas que el acta suscrita el viernes en la última conciliación no aclara, ni garantiza, empezando por el reclamo de “discriminación salarial” que disparó el conflicto durante el mes de junio y que no quedó resuelto.

Entre los puntos de disconformidad, el vocero expuso que la operadora había ofrecido 25 millones de pesos al gremio para repartir entre los 204 impedidos de volver al yacimiento y que, ante la negativa de “Dragones”, será aportada ahora a provincia en cuotas de 5 millones cada una para sostener los salarios y capacitaciones comprometidas.

Dijo entonces que era dinero para “hacer los retiros voluntarios” pero que el gremio nunca tuvo en la mano el listado de esos 204 nombres y que debieron deducirlo a partir de los que no integraban el listado de 405 que fueron llamados a hacerse el preocupacional.

Añadió que de las soluciones publicitadas durante el fin de semana, no sólo no están garantizados los sueldos y las categorías sino que además cuestionó que PAE rompería las cláusulas de la concesión de áreas con el desembarco de Manpetrol, sobre la que dijo que “llama a compañeros que son oficiales, y les dice que necesita ayudantes” aludiendo a una subocupación.

“Salen a decir que está concretado y no es cierto porque el acta acuerdo no garantiza eso, no dice qué salario van a pagar, y nosotros habíamos asentado que había que respetar el sueldo de mayo, anterior al conflicto, pero durante todo este tiempo no se ha respetado” agregó.

“CONFLICTO POTENCIAL”

A esa falta de garantías, Dickason sumó como otra “chicaneada” la operatoria bajo la que se convocó a los preocupacionales y planteó que lloverán los telegramas de despido de las contratistas Contreras y Skanska, pero que hay cerca de 100 trabajadores de las bases que quedarán indirectamente desvinculados y no están comprendidos por las márgenes de la conciliación. A ellos añadió a la incorporación de los 14 operarios de Tecnotrol que hacían medidas de fuerza antes del conflicto para los que tampoco hubo respuesta.

A tal planteo de situación, Dickason llamó la atención sobre el hecho de que cuando los 405 “Dragones” reciban su telegrama de despido se les pide que concurran a la Secretaría de Trabajo para ver qué empresa los absorberá, cuando en realidad el personal es tomado en “cuentagotas” y solo se reinsertaron 37 trabajadores de ese grupo.

Bajo tales parámetros, “Dragones” sostiene que el conflicto es potencial y que ya excede las cuestiones laborales para ser un conflicto social. “Las cosas no están bien” resumió, Dickason.