La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada por amplia mayoría y envió al Senado, el proyecto de ley de inclusión laboral para la población trans, travesti y transgénero. Los 12 diputados de extracción sindical lo acompañaron. Establece que el Estado deberá contratar al menos el 1 por ciento de la dotación de la administración pública, en todas las modalidades de contratación regular vigentes.
La iniciativa, aprobada a la 1.20 de hoy, se debatió durante tres horas y sumó 207 votos a favor; 11 en contra y 7 abstenciones; éstas dos últimas expresiones correspondientes a diputados de Juntos por el Cambio, en su mayoría del PRO.
Los 12 diputados de extracción sindical acompañaron el proyecto con votos afirmativos. Le referente de los judiciales, Vanesa Siley, en su intervención le pidió perdón al colectivo «por llegar tarde» con el derecho y aseguró que el proyecto consiste en dar «una respuesta legislativa a un sueño colectivo».
Para Hugo Yasky «el proyecto de Ley de Cupo Travesti-Trans es una deuda de la democracia con un colectivo históricamente discriminado en el acceso al trabajo».
Por su parte el cordobés Pablo Carro, de la CTA de los Trabajadores, sostuvo que el proyecto «es un primer paso para responder a esta demanda histórica y dejar atrás las desigualdades e injusticias que reciben las personas travestís y trans. Elles tienen el derecho a proyectar una vida digna y con igualdad de oportunidades».
Para el referente de La Bancaria, Carlos Cisneros, la media sanción a la Ley de Cupo Laboral para la comunidad trans es «un paso más hacia la inclusión efectiva del colectivo, garantizando sus derechos fundamentales».
Facundo Moyano señaló que «Es muy importante que el Estado acompañe a este colectivo, que históricamente ha sufrido injusticias y discriminación. ¡Un paso adelante en políticas de igualdad!», mientras que María Rosa Martínez enfatizó: «Estoy convencida que, como fue Evita para muchas de nosotras, Diana y Lohana, también, serán millones».
También votaron positivamente Walter Correa, Patricia Mounier, Claudia Ormaechea, Carlos Ponce, Carlos Ortega y Pablo Ansaloni.
Además del cupo mencionado, el proyecto dice también que «a los efectos de garantizar la igualdad real de oportunidades, el requisito de terminalidad educativa no puede resultar un obstáculo para el ingreso y permanencia en el empleo en los términos de la presente Ley”.
También considera que se entiende por «personas travestis, transexuales y transgénero a todas aquellas que se autoperciben con una identidad de género que no se corresponde con el sexo asignado al nacer».
Otro de los puntos dice que «los organismos comprendidos en la presente ley deben promover acciones tendientes a la sensibilización con perspectiva de género y de diversidad sexual en los ámbitos laborales, con el fin de una efectiva integración de las personas travestis, transexuales y transgénero en los puestos de trabajo».
El proyecto además contempla que las «contribuciones patronales que se generan por la contratación de las personas beneficiarias de la presente Ley podrán tomarse como pago a cuenta de impuestos nacionales» y ese beneficio se extiende a un año y a dos en el caso de las pequeñas empresas.
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