La mesa política de la central volverá a reunirse este jueves en la Uocra sin la presencia de Pablo Moyano.
Por Mariano Martín
La CGT dará este jueves un nuevo paso para la conformación de una mesa política propia para el armado electoral del peronismo del año que viene, que tiene a los gobernadores como vértice principal y que apunta a la obtención de candidaturas para dirigentes gremiales. El denominado Movimiento Nacional Sindical Peronista que la central había lanzado el 17 de octubre pasado en Obras Sanitarias tendrá desde las 16.30 su segundo encuentro en la sede de los albañiles de Uocra con la participación de la plana mayor de la organización pero sin el sector que lidera Pablo Moyano.
El espacio, incluso sin tener todavía una conducción nombrada, ya mantuvo encuentros informales con gobernadores como Sergio Uñac (San Juan) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones). Para los grupos más tradicionales de la CGT, como los “gordos” de los grandes gremios de servicios, los “independientes” de buen diálogo con todos los gobiernos y el de Luis Barrionuevo, los mandatarios provinciales son la llave maestra para cobrar un protagonismo en la discusión electoral que Cristina de Kirchner nunca quiso darles a esos sectores y que Alberto Fernández y Sergio Massa no pudieron (o no quisieron) asegurarles.
Buena parte de la cúpula de la central obrera considera perdida la contienda electoral del año que viene y alega que el movimiento obrero deberá contar con una representación parlamentaria lo suficientemente robusta como para oponerle algún grado de resistencia a la previsible oleada flexibilizadora que ya prometió que impulsará Juntos por el Cambio en caso de resultar triunfadora. En ese aspecto la dirigencia entiende clave la articulación con referentes territoriales, y en particular con los que tienen entre sus planes desdoblar sus comicios distritales de los nacionales para desacoplarse de la suerte del Gobierno.
Como parte de la misma estrategia la CGT ya tendió un puente con el Movimiento Evita. Una reunión días atrás en la sede el gremio estatal UPCN con Emilio Pérsico, titular de la organización, y otros referentes sociales y políticos del mismo espacio como Fernando “Chino” Navarro, Esteban “Gringo” Castro y Gildo Onorato concluyó en el acuerdo mutuo de respaldar candidaturas. Ese entendimiento incluyó un respaldo, por ahora implícito, de la central, a la postulante a intendenta de La Matanza Patricia Cubría, esposa de Pérsico, para disputarle el distrito a Fernando Espinoza.
El lanzamiento del Movimiento Sindical Peronista alumbró, además la reaparición política de Luis Barrionuevo, quien estuvo a la sombra durante los tres mandatos kirchneristas y con bajo perfil –pese a acuerdos tácitos y a un alineamiento con la estrategia judicial- durante la gestión de Mauricio Macri. Barrionuevo, que tiene en la cima de la CGT a Carlos Acuña como representante de su sector, tuvo un espacio protagónico en la primera reunión del grupo político en la Uocra y en su presentación en el estadio de Obras Sanitarias en el acto por el Día de la Lealtad peronista.
La representación parlamentaria del sindicalismo peronista es exigua y, en la mayor parte de los casos, producto de la decisión de Cristina de Kirchner a espaldas de la CGT. Así obtuvieron escaños en la Cámara de Diputados nacional el bancario Sergio Palazzo, el docente Hugo Yasky y la judicial de Sitraju Vanesa Siley. En ningún caso hubo incidió la “mesa chica” de la CGT para impulsar una candidatura propia y sólo Maia Daer, la hija de Héctor Daer, cotitular de la central, consiguió una banca como legisladora porteña por invitación de Alberto Fernández.
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