La disputa entre el Gobierno y la Corte reavivó internas en la CGT

La disputa entre el Gobierno y la Corte reavivó internas en la CGT

En su primera reunión del año la central evitó una definición tajante sobre la controversia y Pablo Moyano no logró aval para una marcha a favor del Ejecutivo.

La CGT expuso ayer diferencias internas en la disputa que mantiene el Gobierno con la Corte Suprema. La primera reunión del año del Consejo Directivo de la central no logró una posición uniforme frente a la controversia y el sector que respalda a Pablo Moyano quedó en soledad a la hora de pedir una movilización a favor de la administración de Alberto Fernández. En cambio, hubo coincidencias en exigir una solución al Ejecutivo por el financiamiento de las obras sociales sindicales y en respaldar la política de paritarias adelantadas.

Al cabo de cuatro horas de debate en la sede de Azopardo 802, el primer encuentro de deliberación de la nueva integración del máximo órgano ejecutivo de la CGT sirvió apenas para repasar la agenda de política económica y sostener el reclamo por fondos para las prestadoras de salud sin ahondar en una acción puntual por parte de los dirigentes. Desde noviembre pasado, cuando se diseñó un nuevo triunvirato con la continuidad de Héctor Daer y Carlos Acuña, y la incorporación del hijo mayor de Hugo Moyano, la central obrera apenas había tenido un encuentro para resolver cuestiones administrativas y otro para escuchar al ministro de Economía, Martín Guzmán.

La de ayer fue la primera sesión del Consejo Directivo con todos los sectores representados, en particular las tres patas de la jefatura que incluyen la tradicional rivalidad entre “gordos” de los grandes gremios de servicios y el sector de Moyano. Otra novedad fue la notable presencia de mujeres que por primera vez integran la cúpula en paridad numérica respecto de los varones. Los gremios deben resolver en cada convocatoria si participa la mujer o el varón designados para ocupar cada una de las secretarías. Y una presencia saliente: Abel Furlán, nuevo secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) tras haber desplazado a Antonio Caló de ese cargo.

Aunque la agenda económica era en la previa la más destacada, tanto por la inquietud por las obras sociales como por la evaluación del resultado de las paritarias, la problemática judicial del Frente de Todos irrumpió a instancias de los dirigentes más identificados con el kirchnerismo. De hecho, tras algunas menciones desde ese espacio fue el propio Pablo Moyano quien sugirió que otros sectores sindicales como la CTA de los Trabajadores prepara una movilización para apoyar al Gobierno.

El comentario del camionero no fue inocente. El Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), que lidera su padre, y la Corriente Federal de Trabajadores, a cargo del bancario Sergio Palazzo, el gráfico Héctor Amichetti y el piloto Pablo Biró, fueron dos de los espacios gremiales que se pronunciaron abiertamente vía comunicados a favor del oficialismo en su puja con el máximo tribunal y, en particular, contra su presidente, Horacio Rosatti. No lo hizo la CGT y tampoco ayer dejó un pronunciamiento claro sobre la materia. Al final del Consejo Directivo lo mencionó Daer ante los medios de comunicación para lamentar la disputa entre dos poderes pero con una alusión a responsabilidades compartidas tanto de la Corte como del propio Gobierno por no haber hallado una solución política.

Como explicó este diario la problemática pesa en la CGT por varias razones. La más evidente de ellas es que integra la conducción Julio Piumato, el secretario general del sindicato mayoritario de judiciales (UEJN) y reconocido aliado histórico de la Corte en sus últimas composiciones. También es un connotado defensor de los estamentos más tradicionales de la familia judicial y es recordada su participación en la denominada “marcha de los paraguas” que organizaron fiscales de Comodoro Py para exigir el esclarecimiento de la muerte de Alberto Nisman.

En el plano económico Daer insistió con la necesidad de que el Gobierno otorgue un auxilio a las obras sociales por el crecimiento del valor de remedios y prestaciones. Como adelantó este diario se trata de una negociación en macha que plantea una asistencia de $ 40 mil millones. También volvió a apoyar la dinámica de las paritarias por sobre otras respuestas como un aumento salarial por decreto: “no queremos un bono general. Nosotros tenemos un instrumento que es la negociación colectiva y tenemos que defenderlo”, sintetizó.

Furlán, debutante en el Consejo Directivo como secretario de Interior, se incorporó al debate y logró que se aprobara una moción para prohibir la participación de gremios no confederados en los procesos de normalización de las seccionales de CGT de cada distrito. Apuntó a una disputa abierta en la CGT Zona Norte de Santa Cruz por la proclamación de Julio Gutiérrez, del gremio de Seguridad, impugnado por las autoridades nacionales.

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