Alejado del plano gremial, Hugo se mantiene como el cerebro del clan en el tira y afloje con el Gobierno.
Como decía Yasser Arafat, la principal familia gremial argentina lleva en sus tratos con el Gobierno un olivo en una mano y una metralla en la otra. Con 73 años, Hugo está hoy alejado de los primeros planos gremiales; pero sus alfiles, torres y peones juegan en diversos tableros. Mantienen un tira y afloje constante para preservar sus espacios de poder, garantizar la continuidad de los negocios familiares y alejar el fantasma de la persecución judicial. El jefe del clan practica un rol rector, a pesar de que sus hijos y principales aliados se mueven con mucha más soltura desde que Hugo se abocó de lleno al fútbol.
Tras meses en los que Pablo y Facundo Moyano comandaron una embestida contra la conducción de la CGT en reclamo de un endurecimiento con el Gobierno, todos ellos estuvieron ausentes de las decisiones de esta semana en las que se decidió movilizar el jueves y preparar una huelga general si la reforma previsional era aprobada. Uno de los dirigentes más enfrentado con Pablo se jactaba de que mientras él acompañaba al equipo de Independiente en Brasil, la central llamaba al paro que tanto había reclamado.
A pesar de que no hubo representantes de la familia, otro de sus alfiles jugó un papel clave en el endurecimiento sindical. Juan Carlos Schmid, representante de la extinta CGT Azopardo en el triunvirato, había logrado un consenso del transporte para apoyar la medida. Schmid mantiene el diálogo con Hugo, pero está fuertemente enfrentado con Pablo. Muchos de los referentes de la central que se opuso al kirchnerismo hoy están más cerca de Schmid que de Pablo, porque el segundo de Camioneros decidió jugar por fuera de la conducción y, aliado con el kirchnerismo, fue un factor fundamental
También hay un fuerte encono en la conducción de la CGT contra Facundo, el más mediático de los Moyano. Le reprochan su juego público, su afición por la farándula y el modo en que critica las decisiones de la central. Sin embargo, él siente que se ha instalado en la política con un juego propio. En algún momento, supo diferenciarse de su padre al resistir su inclusión en el frustrado bloque del partido que creó Hugo.
Internas. Si hay diferencias dentro del moyanismo, más aún es el enfrentamiento de los Moyano con los referentes de los “Gordos” y los independientes dentro de la CGT, el sector más dialoguista. Muchos auguran que tarde o temprano se irá a una ruptura por estas tensiones. La definición llegará el próximo año, a partir de febrero, cuando se ha definido que comenzará el trabajo para dejar atrás el triunvirato y pasar a una conducción unificada.
Pero estas diferencias al interior del moyanismo no impiden aún que cada uno a su modo juegue en favor de la estrategia de presión y negociación que auspicia Hugo, algunas veces con instrucciones o consejos, otras veces dejando hacer. El objetivo, siempre, es mantener los espacios conquistados con Independiente y Camioneros como los ejes centrales del moyanismo. El viernes, Pablo y Hugo encabezaron la fiesta donde se escenificó el poder del club de su sindicato. Por el Día del Camionero, organizaron un gran evento en el DirecTV Arena de Pilar. El lema elegido fue: “Más que un club, una familia”.
Huguito, bajo perfil y clave en la reforma laboral
Hugo Moyano hijo es una figura fundamental en la estrategia de la familia y el moyanismo, a pesar de su extremo bajo perfil. No tiene un perfil mediático, como Facundo, y tampoco está en el choque y los discursos de barricada que caracterizan a Pablo. El tiene un estilo propio y elige el trabajo sigiloso antes que las acciones vistosas.
Huguito, como lo conocen todos, es abogado y uno de los orgullos más grandes de su padre. Jugó un rol central en la negociación con el Ministerio de Trabajo por la reforma laboral y es el que mantiene un trato más frecuente con el oficialismo. Su conocimiento técnico en temas legales lo posicionó como una figura central en las negociaciones sobre las normas laborales y ha trabajado en causas claves que afectaron a los gremios de la familia y a las empresas sobre las cuales tienen influencia.
Con el abogado Juan Manuel Martínez Chas, Hugo (h) creó un estudio jurídico especializado en temas laborales, la Consultora Jurídico Sindical 17 de Octubre. También es apoderado de Camioneros y también representante legal del gremio de peajes que dirigía su hermano.
Huguito y Facundo nacieron en Mar del Plata y son hijos de la misma madre, Elvira Cortés, ex pareja del líder Camionero. Los dos se integraron al clan Moyano plenamente con 16 y 17 años, respectivamente. Pero desde ese entonces han sido figuras centrales en el complejo juego de ajedrez que teje el jefe de la familia en torno a los poderes políticos de turno.
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