Los gremios de los educadores pedirán un aumento de sueldo del 40 por ciento, pero la situación económica que plantea el Gobierno no es alentadora.
Desde el Gobierno ya repartieron las invitaciones a los gremios docentes para comenzar el lunes próximo la segunda negociación salarial del año con ese sector.
Al igual que en los últimos años, se establecieron distintos turnos entre los sindicatos para que encaren por separado las discusiones con funcionarios de Educación y Hacienda. La estrategia resta eficiencia en la puja por mejoras en los sueldos.
Las mesas de negociación se iniciarán a las 10 del lunes y finalizarán pasadas las 20. Será el debut en las paritarias de Analía Berruezo como ministra de Educación desde que asumió en su cargo, aunque tiene larga experiencia en esas situaciones por las funciones que cumplía cuando era secretaria de Gestión Educativa.
Participarán la Asociación Docente Provincial (ADP), la Asociación Magisterio de Educación Técnica (AMET), el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y el Sindicato de Trabajadores de la Educación (Sitepsa).
Los representantes gremiales aspiran llegar a un incremento salarial no menor al 40% en el año. A fines de febrero pasado, acordaron un aumento del 25% escalonado hasta junio, y detrás de este convenio, hicieron lo propio las otras áreas del Estado. Obtuvieron, del mismo modo, subas en ítems de la grilla de haberes que en algunos casos llevó el porcentaje de aumento a un 36%.
Panorama oscuro
El jefe de Gabinete, Carlos Parodi, anticipó una negociación "complicada" tras la reunión que mantuvo la semana pasada con dirigentes sindicales en la apertura de la segunda ronda de paritarias.
La inflación y la pérdida de recursos por decisiones fiscales que adoptó el Gobierno nacional serán los argumentos del Gobierno para acotar la oferta a los trabajadores.
Según explicó Parodi, con la devolución de parte del IVA a sectores vulnerables, el aumento del piso del impuesto a las ganancias y la reducción en las retenciones de la soja, Salta dejará de percibir este año alrededor de $1.500 millones.
"Nos demandará tiempo ponernos de acuerdo, habrá que agudizar el ingenio a los efectos de que las decisiones que se tomen tengan el mayor impacto posible en el bolsillo de los trabajadores", dijo el funcionario.
Los distintos acuerdos salariales que ya cerraron algunos gremios nacionales rondan el 35 por ciento anual.
En la oferta que realizará el Gobierno está descartada la disponibilidad de los 300 millones de dólares que la Provincia obtuvo de la colocación de títulos de deuda en el mercado internacional. Por ley, ese fondo puede utilizarse solo para obras públicas.
"Veo un panorama negro en las negociaciones", dijo ayer a El Tribuno, el titular de AMET, Eloy Vidal Alcalá, y planteó que el aumento que otorgó el Gobierno a principios de año ya está licuado por la inflación.
El gremialista recordó que el sueldo de bolsillo de un docente provincial que recién inicia su carrera es de 6.500 pesos.
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