La exportadora de peras y manzanas del Alto Valle le debe $166 millones a un grupo de bancos. Emplea de forma directa 350 personas. Los productores de la zona temen no cobrar la fruta.
La frutícola Ecofrut se sumó a larga lista de empresas nacionales en situación de crisis luego de la presentación en la Justicia comercial de la apertura del concurso preventivo de acreedores. En total, la compañía, que exporta principalmente peras y manzanas del Alto Valle de Río Negro, tiene una deuda bancaria de poco más de $166 millones, y la imposibilidad de afrontar un vencimiento cercano con el Banco Nación.
Según informó Ámbito Financiero, Ecofrut tiene su base de operaciones en la localidad de Cipolletti, provincia de Río Negro, y emplea en forma directa a más de 350 personas. Su principal negocio es la exportación de frutas de pepita, y según los registros oficiales, envía al exterior poco más de 18 millones de kilos por temporada y una porción minoritaria de alrededor de 10 millones de kilos los comercializa en el mercado interno.
La empresa se mueve en un negocio que enfrenta una profunda crisis, con productores agropecuarios al borde de la quiebra y firmas exportadoras que explican que -a pesar de la fuerte suba que registró el tipo de cambio- no son rentables. Las subas de costos y precios internacionales deprimidos terminan por completar el panorama negativo, explican.
Para complicar aún más el mercado, recientemente Brasil cerró temporalmente la importación de peras y manzanas argentinas porque encontró cargamentos con la plaga carpocapsa. La medida logró ser revertida por las autoridades sanitarias de la Argentina, pero en el sector hay alarma ante la posibilidad de que se pueda repetir la situación.
Por lo pronto, de su deuda bancaria de $166 millones, poco más de $61 millones -tomados con el Banco Nación- están en situación 3 (Con problemas /Riesgo medio), además cuenta con dos cheques rechazados por falta de fondos por un total de $170.000 y no está realizando los aportes patronales y de la seguridad social a sus empleados desde, por lo menos, abril del año pasado.
Mientras tanto, en Río Negro los productores agropecuarios que le entregaron la fruta producida y que ya está siendo exportada temen por su futuro. Explican que en muchos casos no cobraron por la totalidad de su trabajo, lo que a su vez, los llevaría a entrar también en una difícil situación financiera.
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