Desde la asunción de Javier Milei, cerca de 190.000 personas han perdido su empleo registrado en Argentina y Buenos Aires, la provincia más afectada. La destrucción de puestos laborales en el sector privado afecta principalmente a la construcción y la industria, dejando a miles de familias en un contexto de incertidumbre.
La situación del empleo formal en Argentina atraviesa un momento crítico desde la llegada de Javier Milei al poder. Cerca de 190.000 personas han perdido su empleo registrado, de las cuales 150.000 pertenecen al sector privado. Pablo López, ministro de Economía de Buenos Aires, advirtió que la Provincia es la más afectada debido a su perfil productivo. Los datos muestran una tendencia negativa persistente en el empleo formal privado, con una pérdida acumulada de -2,3 puntos porcentuales desde que Milei asumió la presidencia.
Los sectores más perjudicados son la construcción, con 67.807 empleos menos, y la industria, que ha perdido 30.856 puestos. Estos sectores son fundamentales para la economía bonaerense, pero la caída del empleo afecta a toda la economía, y se proyecta que la situación del empleo informal empeore aún más. El titular de Economía subrayó que la destrucción del empleo implica la precarización de miles de familias que enfrentan incertidumbre y falta de oportunidades. “Ningún modelo de país es sostenible sin incluir a los 47 millones de argentinos. La pérdida de empleo condena a cientos de miles de familias a la carencia”, enfatizó.
Asimismo, el funcionario explicó que transporte, comunicación, comercio y actividades empresariales, también han sufrido pérdidas, extendiendo la problemática a todos los ámbitos de la economía. Entre noviembre de 2023 y julio de 2024, la pérdida acumulada de 187.725 empleos refleja el impacto de las políticas de Milei, especialmente en Buenos Aires, que depende fuertemente de la construcción y la industria.
La contracción laboral se agrava con el riesgo creciente para el sector informal, generando un panorama sombrío para los trabajadores. Buenos Aires, como núcleo industrial y comercial, enfrenta una crisis laboral que plantea serios interrogantes sobre la sostenibilidad del modelo económico actual, mientras el tejido social y económico sigue resquebrajándose por la falta de seguridad social y oportunidades laborales.
La situación laboral no solo afecta a la economía provincial, sino que también impacta profundamente en el tejido social del país. A medida que las políticas de ajuste continúan promoviendo despidos y reducen inversiones en sectores clave, se incrementa la inseguridad económica y la vulnerabilidad de miles de familias.
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