Desde una agrupación reclamaron que se esclarezca la situación, luego que se difundieran unos audios donde se habla de los pagos realizados por la intervención. Además, denuncian que existe un plan para dejar al gremio “un año más bajo la intervención del Ministerio de Trabajo”. Le apuntan a la agrupación más cercana al gobierno nacional.
En un audio que se filtró y fue difundido esta semana por varios medios, la interna del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) quedó más tensa que nunca. Es que en este mensaje de voz, dirigentes hablan del “pago” que la intervención que encabeza Gladys González le hacía a algunos dirigentes, en especial sectores opositores que buscan ser parte de las elecciones y conducir el gremio en un futuro. Los dichos dejaron al descubierto el entramado interno que se teje luego de la salida de Omar “Caballo” Suárez de la conducción, detenido por varias causal judiciales. Ante esto, otros dirigentes reclamaron que haya una aclaración pública al respecto, ya que afirman que los hechos marcan que “el gobierno quiere quedarse con el sindicato”. En febrero debe asumir un normalizador, pero ahora surge otra idea: un año más de intervención.
Los audios difundidos la semana pasada involucran a dos dirigentes de la agrupación 18 de febrero: Daniel Mereles y Omar Abarca. En el mismo se habla de los pagos que haría la intervención a varios dirigentes, que son los señalados como los más cercanos al gobierno. El primero de los involucrados responde a Orlando Alfaro, candidato a las elecciones del gremio, quien tiene un estrecho vínculo con Gerónimo “momo” Venegas, y quien es apuntado como el dirigente de la intervención. El otro es hombre de Juan Barbato, otro aspirante al sillón dejado bacante por Suárez.
Ante esto, desde la agrupación Juan Ocampo quieren que haya una aclaración pública sobre el tema, y si los dirigentes reciben pagos de la intervención. “Mientras las empresas aprovechan esta situación para flexibilizar cada vez más el trabajo, estos dirigentes se llevan dinero, millones, por sostener la intervención. Queremos saber qué está pasando”, le dijo a Gestión Sindical una fuente de esta agrupación, que se desprendió el oficialismo de Suárez y que hoy es una de las tres partes en la que se divide el armado interno del SOMU. “Como hicimos en 2012 con Suárez, vamos a denunciar a estos dirigentes, queremos recupera el gremio para los trabajadores”, agregó la misma fuente.
En la actualidad, tres grandes sectores podrían estar en condiciones de votar. Por un lado los dirigentes que todavía responden a la figura de Suárez, que están nucleados en la agrupación “2 de abril”, los ex suaristas que se alejaron del dirigente (aunque muchos están denunciados e investigados en las causas que mantienen a Suárez preso), identificados con el grupo “Juan Ocampo”, y una serie de agrupaciones que vienen oponiéndose al viejo oficialismo, y que hoy son señalados como “aliados de la intervención”. De estos tres agrupamientos se cree que saldrá la nueva conducción del SOMU.
Como informó Gestión Sindical hace unos días, en febrero la intervención daría lugar a un normalizador, nombrado por el Ministerio de Trabajo nacional, que fijaría entre otras cosas la fecha de elecciones. La pelea se centró en que no pase más de un mes desde que asuma esta persona hasta que se vaya a votar, aunque la ley marca 90 días como mínimo. Pero ahora, luego del escándalo de los audios, se analiza incluso mantener la intervención un año más. “Estos dirigentes quieren dejar al gremio un año más, esta vez bajo la tutela del Ministerio de Trabajo, para intentar su objetivo final: poner una conducción afín al gobierno nacional”, se quejó otra fuentes del sindicato, que prefirió el anonimato.
Por lo pronto, González ya está prácticamente afuera del SOMU, ya que su nombramiento en el ACUMAR, la autoridad de la cuenca Matanza Riachuelo –ya fue formalizado, y se la puede ver en sus oficinas tomando sus primeras medidas. Hasta que Jorge Triaca nombre el normalizador, que algunos aseguran busca estar consensuado con algunos dirigentes del gremio, hay una especie de vacío. La tarea de esta persona, si se estiran los tiempos electorales, puede incluir discutir la sensible paritaria de este año, que trae consigo los cambios en convenios que quiere introducir el gobierno nacional en el sector.
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