La prórroga de mandatos generó un 2021 con un calendario electoral atiborrado. Desde la renovación de autoridades de la CGT y la CATT, hasta comicios en los principales gremios del universo cegetista. Los que se retiran, los que renuevan y los que pueden perder.
Por: Jorge Duarte.
La emergencia sanitaria y la consiguiente prórroga de los mandatos de las autoridades sindicales, generó un 2020 sin ningún test electoral. El vencimiento de la norma en una semanas, que todavía no se sabe si tendrá una nueva extensión, empieza a marcar el pulso de un 2021 cargado como nunca.
Claro que la pelea de fondo tiene que ver con la renovación de las autoridades de Azopardo. La CGT debía renovar su conducción en agosto de 2020 y esa contienda se dará irremediablemente este año. Está claro que los principales actores ya se lanzaron a la carrera electoral, pero todavía están lejos de conseguir el consenso necesario. De hecho por estas horas las negociaciones siguen abiertas.
Los dos nombres que surgen en todas las conversaciones son Héctor Daer y Pablo Moyano. Ninguno tiene el camino allanado por lo que no hay que descartar la aparición de un tercero (hay varios en gateras) que pueda evitar la confrontación entre ambos sectores en un congreso y encarar un proceso menos traumático.
Las peleas de semifondo
Una estructura clave por el poder de fuego, la capacidad de daño y la posibilidad concreta de paralizar el país es la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Esa chapa, que nuclea un sector neurálgico del movimiento obrero, deberá elegir su conducción en 2021. Hoy está en manos de Juan Carlos Schmid y todavía está en duda si el moyanismo hará un intento por disputar su liderazgo.
En el universo cegetista son varios los que tendrán test electorales. Dos de los dirigentes en cuestión son Héctor Daer y Carlos West Ocampo que tienen que renovar su conducción al frente de Sanidad. Todo indica que no tendrán sobresaltos para conseguirlo.
También tendrá que revalidar sus credenciales Rodolfo Daer, el titular del sindicato de la Industria de la Alimentación, secretario de Industria de la CGT y hermano del cotitular de la CGT. Ahí la contienda suele ser con el sindicalismo clasista, que supo hacerle sombra y ahora parece menos consolidado para poder ponerlo en problemas.
Otro peso pesado que deberá pasar por el cuarto oscuro en 2021 es Antonio Caló. La UOM renovará la conducción y el titular de la seccional Capital ya confirmó que irá por otro mandato. No aparecen oponentes a la vista.
En esa estructura lo más interesante, quizás, será ver si Francisco «Barba» Gutierrez, el líder de la seccional Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, puede sostenerse en el cargo tras el quiebre interno que provocó en su núcleo más cercano la aventura electoral con Florencio Randazzo. Algunos hablan de una potencial derrota.
Donde hay más dudas es entre los municipales porteños del Sutecba, gremio que supo ser un jugador trascendente en los congresos cegetistas y que este año podría ver el retiro de Amadeo Genta luego más de tres décadas y media en el poder. Ahí la sucesión está en disputa entre quien parece ser su heredero, Emiliano Genta, y la lista Celeste que viene militando un volantazo desde hace un par de años.
Sergio Palazzo, otro actor protagónico de la CGT que se viene, tiene que renovar su conducción. Se espera una reelección sin sobresaltos y muchos auguran un rol destacado del bancario en la nueva conducción de Azopardo.
También deberán pasar por las urnas los ferroviarios. Allí Sergio Sasia irá por un nuevo mandato al frente de la Unión Ferroviaria. Tendrá que competir una vez más con Rubén «Pollo» Sobrero por el comando de la seccional Oeste. De ese proceso espera contar con un espaldarazo que apuntale sus aspiraciones de convertirse en uno de los hombres fuertes de la CGT que se viene.
En el universo ferroviario Omar Maturano también tendrá su test electoral. El líder de La Fraternidad tenía mandato hasta el 2020 por lo que la prórroga lo empujó a tener que enfrentar las urnas este año.
En la segunda mitad de 2021 llegará el turno de Luis Barrionuevo. Hoy al frente de un gremio que está entre los más golpeados por la pandemia y en franca retirada en materia de puestos de trabajo. No parece tener oposición con capacidad de daño a la vista.
El hiperquinético Víctor Santa María y José Luis Lingeri, el cerebro en materia sanitaria de la CGT, son otros dos dirigentes centrales en los armados de Azopardo que tendrán que renovar. Con diferente perfiles pero misma capacidad de influencia, ambos tendrán unos comicios en los que no se anticipan nubarrones.
Jugadores de actividades estratégicas
Hay otro conjunto de gremios clave para la actividad económica tienen que ir este año por una nueva conducción. El caso testigo es el de los petroleros Río Negro, Neuquén y La Pampa, con especial trascendencia en Vaca Muerta. Allí Guillermo Pereyra, que ya amagó con retirarse dos veces, parece tener competidores, aunque todavía no hay certezas sobre su futuro.
Donde sí hay certezas es entre los trabajadores de la actividad láctea. Héctor «Etin» Ponce tendrá un nuevo test electoral y la única duda es si el moyanismo logrará armarle algún tipo de resistencia en la seccional porteña.
En el convulsionado mundo de las telecomunicaciones el Foetra también tendrá su proceso electoral. La conducción de Osvaldo Iadarola una vez más enfrentará a una lista del clasismo que supo arrebatarle la minoría hace 4 años.
Y hablando de mundos convulsionados, el Sindicato del Seguro es otro que deberá renovar comisión directiva. Luego de lo que fueron unos comicios que la justicia anuló por irregulares y del retorno del retiro del octogenario e investigado Raúl Martínez, habrá que normalizar el gremio. Jorge Sola tendrá su mano a mano en las urnas con la oposición, que por estas horas lo acusa de usurpar el edificio.
No menos complejo es el futuro del Socaya, gremio de los obreros del Caucho intervenido por 30 días antes de la pandemia y que por la emergencia sanitaria quedó en manos del interventor Lucas Amado. El normalizador, que con intenciones de quedarse buscó ir por el control de la obra social, deberá convocar a elecciones para que el sindicato vuelva a manos de sus afiliados.
En medio de su disputa con La Cámpora, tras la salida de uno de sus dirigentes de confianza por el perfil opositor que asumió en los últimos meses y enfrentado con la conducción de la ANSES, Leonardo Fabré también tendrá que pasar por las urnas. El cantante de tangos y una de las tradicionales voces díscolas de Azopardo, parece enfrentar sus comicios más complejos aunque se descarta que renovará.
Otros cuatro que pasarán por los cuartos oscuros: Roberto Coria, líder de los guincheros y hombre fuerte de la Federación de Marítimos, Raúl Durdos, conductor de los marineros del SOMU y alfil del moyanismo en el sector, Carlos Bonjour, titular de Utedyc, uno de los gremios que viene cerrando buenos acuerdos salariales en los últimos años pero que la pandemia le dio un cimbronazo importante y Héctor Benítez, titular de los textiles y postulante a conductor de las 62 Organizaciones.
Dos con la izquierda como protagonista
Este año el Sindicato del Neumático, único de la actividad industrial conducido por el clasismo, tendrá su contienda electoral. Tras lo que fue el batacazo de hace unos años, Alejandro Crespo deberá revalidar credenciales. Allí su rival es Marcelo Gallardo, un homónimo de «El Muñeco» que aparece apadrinado por el espacio ceteísta que supo conducir el gremio de la mano de Pedro Wasiejko.
Por último llegará el turno del Suteba de Roberto Baradel. Allí se espera un nuevo enfrentamiento con el clasismo que en la última elección le arrebató seccionales claves del conurbano, con La Matanza como principal bastión opositor.
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