El líder de Suteba no baja la guardia. "Vidal y sus ministros llevaron adelante un macartismo inusitado", denuncia y ratifica su rechazo a la exigencia de dar clases en receso.
A fines de enero de este año, Roberto Baradel le dijo a Letra P que Cambiemos debe perder las elecciones porque, si gana, pierden los argentinos. Después de esa entrevista, que llegó al escritorio del presidente Mauricio Macri, la ofensiva oficialista contra el secretario general de Suteba escaló hasta convertir al sindicalista en el enemigo público número uno del Gobierno.
Promediando julio, ya con el ¿capítulo cerrado? del conflicto docente y la batalla feroz entre los gremios y el Gobierno -que incluyó múltiples amenazas de muerte contra el dirigente y su familia-, este portal quiso saber si está arrepentido de aquella frase. "¡Para nada, al contrario! La realidad lo ratifica. ¿Cómo me voy a arrepentir?", volvió a desafiar, visiblemente relajado, aún con el acuerdo paritario fresco y con la decisión firme de todo el Frente Gremial de no dar clases en este receso invernal, tal como lo ordenó la Provincia.
Sentado en el despacho del flamante e impresionante cuartel general del gremio en la ciudad de La Plata, con la vista exactamente al frente de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, el reelecto secretario general del sindicato docente más poderoso del territorio bonaerense va aún más allá: "Si este Gobierno gana en octubre, se van a profundizar estas políticas y va a haber un ajuste brutal".
"Se terminó una etapa que el Gobierno eligió para confrontar con nosotros, que intentó con buenas y malas artes derrotarnos, en realidad disciplinarnos, y no pudo", reflexiona, celebrando un acuerdo paritario que, si bien no lo deja conforme del todo, lo toma como una victoria: "Nosotros teníamos razón en decir que la Provincia tenía la plata".
Baradel, que según él recibe el reconocimiento de la gente cuando realiza visitas en distintas ciudades bonaerenses, no se decide a plasmar su experiencia de lleno en la política como candidato. "Posiblemente en otro momento", responde, al tiempo que destaca la figura de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por sobre la gobernadora María Eugenia Vidal: "Cuando amenazaron a mis hijas y a mis nietos, lo primero que hizo Cristina fue llamarme y ponerse a disposición, a expresar su solidaridad. Yo hubiera esperado que me llamara Vidal y nunca me llamó. Y eso te pinta quién es quién".
BIO. A los 48 años, hace 13 que es el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba). Está en pareja con la concejala platense Lorena Riesgo. Con ella vive en un PH en uno de los barrios platenses más castigados por la inundación de 2013. En aquel momento, su mujer estaba embarazada de su hija Sofía, que ahora tiene tres años y va a un jardín de infantes público. Tiene, además, tres hijos grandes (19, 23 y 25) de una relación anterior. Se dice que quería ser biólogo marino, pero se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En 1991, cuando lo nombran preceptor de un colegio secundario y empieza a trabajar en el área de Prensa del gremio, su vida empieza a encajar en las huellas que lo traerían hasta su actual condición de conductor de un batallón de 80 mil docentes. Es, también, secretario general de la CTA bonaerense y de Relaciones Internacionales de esa organización a nivel nacional. Peronista, reivindica al kirchnerismo. “Pero le hicimos un paro de 17 días", recuerda. Esa posición lo puso este año en la mira del Gobierno.
- ¿Los docentes no van a dar clases en el receso invernal como pide el gobierno de Vidal para recuperar los días perdidos por los paros?
- Queda claro que los docentes no vamos a ir, primero porque el receso está pensado para que los chicos, fundamentalmente, tengan un espacio lúdico, se despejen, estén con la familia y amigos, y para ponerle un corte en el ciclo lectivo. Segundo, porque el mismo Consejo Federal de Educación que preside Alejandro Finocchiaro rechazó esta posibilidad. Tercero, porque nos quieren imponer un doble castigo: ya nos hicieron todos los descuentos, que aún estamos peleando judicialmente, y ahora exigen a los maestros para ir en invierno, que prácticamente no hay antecedentes de esta medida, ni siquiera con el tema de la Gripe A, que se suspendieron las clases 15 días. Yo le preguntaría a la gobernadora Vidal qué hace con los chicos que hace seis meses que no tienen clases porque no nombraron docentes. ¿Los va a hacer ir a estudiar durante todo el verano?
Yo creo que es una medida que tiene que ver con castigar a los docentes por el reclamo que hicimos. Hacen un acting ante la sociedad, en el que ellos se muestran preocupados por la educación, pero en realidad eso no es verdad. Todo lo contrario. Si hubieran estado preocupados, hubieran evitado este conflicto. Nosotros demostramos que tenían el dinero para poder evitarlo.
- En el Gobierno dicen que les van a descontar a los docentes que no vayan a trabajar, como si fuese un paro.
- Nosotros hemos hecho las presentaciones del caso y creo que nos asiste el derecho para que eso no suceda.
"Cristina fue una de las personas que me llamó cuando me amenazaron a mí y a mi familia. Yo hubiera esperado que me llame Vidal y nunca me llamó. Y eso te pinta quién es Cristina y quién es Vidal."
- ¿En qué instancia está hoy en la relación con el Gobierno provincial? ¿Se terminó el conflicto docente?
- No, no se terminó. Se terminó una etapa que el Gobierno eligió para confrontar con nosotros, que intentó con buenas y malas artes derrotarnos, en realidad disciplinarnos, y no pudo. A pesar de los descuentos brutales, la campaña de mentira y difamación que hicieron contra mi persona, de intentar romper el frente gremial, de querernos quitar la personería gremial y cobrarnos multas millonarias, nosotros nos mantuvimos firmes en el planteo que hicimos. Ante la imposibilidad de derrotarnos y disciplinarnos, sumado a la inmediatez de la campaña electoral, decidieron cambiar de estrategia.
Pero eso no quiere decir que las cosas estén bien, hay muchas cosas que están mal. Finocchiaro se va de acá haciendo uno de los recortes más importantes del presupuesto educativo en los últimos años: un recorte del 3,2%, en una confrontación que tuvimos, con uno de los paros más grandes en la provincia que se podría haber evitado. No cambiaron para bien en nada. Desde que asumió este Gobierno empeoraron las condiciones en el sistema educativo. El tema de infraestructura y comedores escolares. Este Gobierno saca la cuenta de que aumentaron el 100% en los comedores con respecto al Gobierno anterior, pero la inflación fue terrible. Todo, con el parámetro que el Gobierno actual es el mismo Gobierno que el de Capital Federal: en Capital pagaban 40 pesos por chico y acá 12 –ahora se aumenta a 16-, que es una cifra que no alcanza. Y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires fue vicejefa de Gobierno de la Ciudad. En infraestructura prácticamente no hay inversión, a no ser por el fondo educativo de algunos municipios.
Vidal determina gastar 500 millones de pesos para hacer un Metrobus en Mar del Plata de 20 cuadras, que no necesita la ciudad, ni siquiera en período de vacaciones, mientras que el 25% de las escuelas ahí están en pésimas condiciones. Cuando hay una pequeña lluvia tienen que suspender las clases. Si ese dinero lo hubiesen invertido en arreglar las escuelas, hoy podrían haber resuelto la emergencia educativa que tiene aquel distrito. Esas son las prioridades que determina el Gobierno.
- ¿No rescata absolutamente nada de positivo en la gestión de Cambiemos en Educación?
- No. Nosotros, por ejemplo, hicimos mucho para que el Gobierno anterior trabajara con los municipios reclamándoles que el fondo educativo fuera a infraestructura, pero también que lo aumentaran. Con este Gobierno pedimos lo mismo. En algunos municipios se da esto que invierten en educación: Ensenada, Avellaneda, La Matanza y otros municipios de la oposición que también lo hicieron, como Junín. A veces no es un criterio de oficialismo u oposición, pero este Gobierno tampoco le presta la debida atención para presionar a los municipios y que inviertan en infraestructura, además de la plata que tienen que invertir ellos.
Otro tema: el ausentismo. Lo planteamos nosotros y no quedó adentro de la propuesta porque nosotros no estábamos de acuerdo que la planteen como un castigo al que se enferma o al que toma una licencia por cuidar a un hijo o por estudio. Estamos de acuerdo en hacer más eficiente la inversión en educación y mejorar la asistencia, pero ellos tienen un problema: le pagan a una empresa tercerizada millones de pesos que no controla absolutamente nada, entonces que revisen las políticas que están llevando adelante. Y después les dicen a los medios que nosotros tenemos urticaria cuando hablamos de presentismo. Al contrario, ellos tienen urticaria cuando les recordamos que pagan millones de pesos a una empresa que no controla nada.
LA NUEVA SEDE DE SUTEBA EN LA PLATA. Se trata de un lujoso edificio de 11 pisos, ubicado exactamente en la vereda de enfrente de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia, en calle 13, a metros de Plaza Moreno y la Catedral. Entre sus comodidades se destacan un salón de usos múltiples para 250 personas, que hace las veces de cine, teatro y conferencias, con tecnología de avanzada; un café literario para que el docente descanse al momento de hacer algún trámite en la ciudad de las diagonales, como también en la recepción del hotel -al que Baradel llama "la Casa del Docente" y tiene lugar para 120 plazas: departamentos de 2, 4 y 6 personas, todos equipados con pantallas, cocina, heladera y microondas-. Se trata de una subsede del gremio en donde en sus distintas oficinas puede funcionar la secretaría general y la adjunta, por ejemplo. Además hay dos lugares de usos múltiples, quinchos con parrilla para realizar distintos tipos de reuniones y la frutilla del postre: una pileta de natación al aire libre, en la terraza del piso 11, con una vista imponente de toda la ciudad de La Plata. "Los recursos de los docentes a beneficio de los mismos docentes", define Baradel.
- Finocchiaro se despide como ministro provincial y asume en la Nación. ¿Qué balance hace de su gestión?
- Hubo un recorte de presupuesto educativo y una confrontación con los docentes. Él mantuvo el diálogo: él se caracterizaba en la Ciudad de Buenos Aires por mantener un diálogo con los sindicatos; es una persona que sabe que no puede bombardear todos los puentes y tiene que dejar alguna puerta abierta siempre, más allá de la confrontación. Eso es correcto. Tiene la ductilidad de poder continuar las conversaciones. Yo lamento mucho algunas declaraciones que han hecho, aparte del ataque personal a mi persona. Pese a esto, él mantuvo un canal de diálogo, pero evidentemente no era el que decidía en el conflicto que tenía con nosotros. Se va con la impronta de haber recortado el presupuesto en educación. Y si hoy los salarios no están más bajos es por la pelea que dimos nosotros y no por decisión de este Gobierno.
- Ahora Finocchiaro reemplaza a Esteban Bullrich. Ustedes vienen reclamando por la paritaria nacional ¿En ese punto continuará el conflicto?
- No es tanto una cuestión del tema de las personas, sino las políticas. Nos preocupa si le va a dar continuidad a la política de ajuste que llevó Esteban Bullrich durante este año. Y esto es algo que quiero diferenciar: el año pasado fue una cosa y este año, otra. Hasta mitad del año pasado tuvieron una apertura con el tema de las paritarias, pero después de mitad de año cambiaron notoriamente: Nación subejecutando los presupuestos de políticas socioeducativas, interrumpiendo el plan de formación docente y empezando con los despidos; y Provincia con el tema del recorte del presupuesto y eligiendo confrontar con nosotros permanentemente. Yo se lo dije a Finocchiaro, ahora que va a ser ministro nacional, el diálogo con nosotros va a ser excluyente en el tema de paritarias nacionales. No puede desconocerla. Y si no cumplen con la ley van a seguir teniendo conflicto con nosotros. Se lo dije en la paritaria y no me contestó nada.
- ¿Y cómo describe el rol de los demás ministros y funcionarios bonaerenses que estuvieron involucrados en la negociación paritaria?
- Marcelo Villegas –ministro de Trabajo- fue uno de los que más decidió confrontar con nosotros. Inclusive alguien me comentó que él ha tenido alguna recriminación o mala información del manejo de la conciliación obligatoria con nosotros. En su momento fue uno de los ministros que más eligió confrontar y que sostuvo eso contra nosotros. No le fue bien en ese sentido. Y Hernán Lacunza –Economía- es un ministro que discute, que a veces pretende ponerse un poquito por arriba del resto, pero en la discusión con nosotros –y no porque seamos infalibles, sino porque sabemos de lo que estamos hablando- tiene que ser de igual a igual. Y también ha tenido declaraciones poco felices a la prensa. Calculo que son las tres espadas que eligió Vidal para salir –aparte de ella- con este macartismo en donde dijo que había que preguntarnos a los dirigentes sindicales de qué partidos políticos éramos. Un macartismo prácticamente inusitado en estos tiempos.
"Yo le dije a Finocchiaro que no puede desconocer el tema de la paritaria nacional. Si no cumplen con la ley van a seguir teniendo conflicto con nosotros. Se lo dije en la paritaria y no me contestó".
- ¿Quedaron conformes con el acuerdo logrado en la paritaria?
- No estoy conforme. Porque yo creo que los docentes se merecen más, pero sé que teníamos una dificultad: la falta de paritaria y fondos nacionales. Pero sí lo que valoro es que habiéndonos mantenido firmes pudimos perforar el techo que nos querían imponer, derrotamos la idea de presentismo, de cerrar una paritaria por tres años y quedarnos con un 18% en cuatro cuotas. Además, nosotros teníamos razón en decir que la Provincia tenía la plata. Nosotros vamos a seguir bregando porque un docente no esté por debajo de la línea de la pobreza, luego, por la canasta familiar. A los docentes -y yo lo amplío a los trabajadores-, se los respeta. Como trabajador y como educador.
- ¿Le queda la espina clavada de no haberse podido reunir con Vidal?
- No, para nada.
- En su momento usted fue muy insistente para que los reciba y hasta la fueron a buscar a Gobernación…
- Sabíamos que no nos iba a dar la reunión. Lo que dejamos demostrado ahí es que ella no quería el diálogo. Nosotros no teníamos intención de reunirnos la gobernadora, teníamos la intención de resolver el conflicto. Es una lástima, porque nosotros valoramos y ponderamos como un gesto positivo cuando ella asumió, que nos convocó a los sindicatos docentes. Pero después con el tiempo nos dimos cuenta que era un acting el que hacía, en esto que dialogamos pero en realidad pasa otra cosa. Ellos construyen una realidad virtual que está cimentada por grandes corporaciones mediáticas. Yo digo que son hologramas, y después se dan de narices con lo que pasa en la práctica. Ni son dialoguistas, ni son respetuosos, ni piensan en la educación y los trabajadores; todo lo contrario, ellos tienen un objetivo político y lo llevan a capa y espada si tienen las condiciones para poder llevarlo. Lo hubiesen hecho si nosotros no hubiésemos resistido como resistimos.
- ¿Conoce al nuevo ministro de Educación, Gabriel Sánchez Zinny?
- No lo conozco personalmente. Lo que sí, creo que viene más sofisticada la política del Gobierno actual, referida a lo que yo planteé el año pasado: vienen a hacer negocios con la educación pública.
- ¿Cómo es eso?
- Es la puerta de entrada a las grandes fundaciones del sector privado en la educación pública, empezando por la multinacional Pearson, que es la que lleva adelante las prueba PISA. Si la política va a ser la entrada a las fundaciones, vamos a salir a denunciarlo fuertemente. Nosotros queremos que la educación sea pública; podemos tener diferencias con el Gobierno pero estamos dispuestos a discutirlas. Lo que no queremos es que hagan negocios con la educación pública. En eso vamos a ser absolutamente intransigentes.
- ¿Van a pedirle una reunión ahora?
- Por supuesto que tenemos que reunirnos. Sabemos qué ideología tiene y qué es lo que viene a hacer. Nosotros tenemos nuestra posición y ambos tenemos la responsabilidad de reunirnos por ser actores importantes del sistema educativo.
- A fines de enero cuando lo entrevistamos previo al inicio de las paritarias, usted dijo que "ojalá que Cambiemos pierda porque si a este Gobierno le va bien, le va mal al pueblo argentino". Después de eso a usted lo posicionaron como el enemigo central y lo atacaron durante todo el conflicto docente ¿se arrepiente de haber dicho eso?
- ¡Para nada, al contrario! La realidad lo ratifica ¿cómo me voy a arrepentir? No me equivoqué. La práctica lo refleja, mirá lo que está pasando. Me hubiera arrepentido si hubieran tenido otro tipo de políticas: si hubieran respetado la paritaria nacional y hubieran tenido un diálogo franco con nosotros. No era aniquilar al otro, como lo plantearon ellos. Me hubiera arrepentido si al Gobierno no se le hubiera ocurrido cortarle las pensiones a los desocupados, si no hubieran tomado como política cortar las pensiones a los cónyuges por cónyuge fallecido, y demás. O sea, si el Gobierno no hubiera llevado las políticas de ajuste que está llevando, me hubiera arrepentido. Todo eso no pasó, sino todo lo contrario, y queda ratificado lo que pienso yo y lo que me dice la realidad. Y digo más, si este Gobierno gana en octubre, se van a profundizar estas políticas, va a haber un ajuste brutal. Y algunos que dicen que se agita un fantasma, hay que leer La Nación de hace dos semanas –y no es un diario kirchnerista, ni mucho menos-, que en la tapa decía que si el Gobierno gana vienen reformas en el sistema previsional, vienen por las jubilaciones, por el trabajo de los argentinos.
Vienen con una idea de ajuste y además el Gobierno nos ayuda cuando decimos las cosas: el otro día Dujovne planteó en TN, cuando explicaba la tasa de interés de las Lebac, que la intención del Gobierno era transferir los recursos de las familias a las empresas. A reconocimiento de parte, relevo de pruebas.
"La izquierda entregó el conflicto de AGR para poder entrar de la mano de Clarín y La Nación a la interna de Suteba, y no les fue bien: utilizaron y reprodujeron los mismos argumentos del Gobierno y los docentes se dieron cuenta".
- ¿Cómo analiza la oferta electoral para las PASO? ¿Cómo ve el panorama?
- Estoy convencido que este Gobierno va a perder las elecciones en octubre. Primero porque más del 70% de los bonaerenses no los va a votar. Pueden esgrimir alguna imagen un poco más positiva, como en el caso de la gobernadora, que se la pasan esgrimiendo eso, pero esa es la realidad. Después hablan de la imagen personal, que eso se construye en lo mediático, y no hablan de la imagen de la gestión y lo que perdió la gestión. Pregúntenle a la gente qué piensan de la gestión en salud, educación, seguridad.
Es lo mismo que cuando nos decían a nosotros “¿a ustedes los apoyan en el conflicto?”. Cuando se les pregunta en el marco de un paro extendido en el tiempo hay controversia, porque es verdad que la educación es ordenadora de la vida familiar, y entonces algunos pueden apoyar muy fuertemente y otros estar en desacuerdo porque les desordenó la vida. Ahora, cuando les preguntan si el reclamo de los maestros es justo y quién lo tiene que resolver, no hay duda: es justo y lo tiene que resolver el Gobierno. Están en problemas, van a ser derrotados en las elecciones. Después están las diferentes posiciones, hay que esperar a que pasen las PASO, ahí se va a aclarar más el panorama.
- ¿Y qué rol cumple el movimiento sindical en todo este marco?
- Sigo pensando en que todavía hay que seguir construyendo más unidad. En estas elecciones no se va a reflejar todavía toda la unidad que necesitamos para 2019. Pero es un paso trascendental. Y en el tema sindical, Hugo Yasky va de candidato dentro de Unidad Ciudadana, como Vanesa Siley y Walter Correa.
- ¿Y viendo el escenario electoral, se le cruzó por la cabeza participar activamente en política como candidato?
- Ahora no. Posiblemente en otro momento.
- ¿Siente que salió victorioso del conflicto?
- Esto de demonizarme se les volvió en contra. Yo me doy cuenta en la calle, cuando entro a una estación de servicio. Cuando fui a Zárate la gente aplaudía y hacía referencia a la lucha. Yo creo que van a tener que reescribir dos capítulos del manual de (Jaime) Duran Barba o no sé qué manual utilizaron acá en la provincia, con respecto a cómo establecer las campañas sucias, porque en esta les fue mal.
Creo que tenemos que hacer un gran trabajo en el movimiento sindical y social de este país, para poder construir unidad y defender realmente a los trabajadores. Hay que dejar diferencias de lado, construir unidad y establecer claramente cuál es la contradicción principal. A veces es difícil, porque nosotros propendemos a mirarnos el ombligo permanentemente, en general. Hay que dejar de creerse que uno es lo más importante para entender que juntos podemos ser más importantes.
- Después de mucho tiempo hubo una oposición firme en Suteba y la campaña estuvo peleada previo a la elección ¿Temió perder?
- Perderla no, pero me pareció en un momento que con el bombardeo que habían hecho, podíamos tener dificultades en algunos distritos nuestros y podíamos estar muy justos, lo cual nos hubiera debilitado mucho. Pero no pasó eso.
La elección fue muy buena, fue un respaldo muy grande y creo que eso también le hizo un click al Gobierno. Yo creo que pretendían derrotarnos; le dieron todo el plafón necesario para entrar a todos los medios nacionales a la que se me oponía a mí –Romina del Plá, dirigente de izquierda por la lista Multicolor-. Nosotros les ganamos el Suteba La Plata por seis votos, y el otro día, Néstor Pitrola hacía una crítica y decía algo así como que el acuerdo con Vidal tenía que ver con el tema del Suteba La Plata. Nada más lejos de la realidad. Yo lo que dije ahí es que el ladrón muchas veces cree que todos son de su misma condición, porque ellos sí entregaron el conflicto de AGR para poder entrar de la mano de Clarín y La Nación a la interna de Suteba, y no les fue bien, porque utilizaron y reprodujeron los mismos argumentos del Gobierno y los docentes se dieron cuenta de eso.
- Muchas veces Cristina Kirchner difundió y destacó en su cuenta de Twitter varias noticias en donde lo involucraban a usted ¿Está en contacto con ella?
- Fue una de las personas que me llamó por las amenazas. Yo hubiera esperado que me llame Vidal y nunca me llamó. Y eso te pinta quién es Cristina Kirchner y quién es María Eugenia Vidal. Cuando amenazaron a mis hijas y nietos, lo primero que hizo Cristina fue llamarme y ponerse a disposición, a expresar su solidaridad. Sí me llamó Cristian Ritondo –ministro de Seguridad- y quiero destacarlo, él me ofreció y puso custodia.
Cuando amenazaron a Vidal el año pasado, con respecto a la Policía, yo intenté hablar con ella, no pude. Hablé con Federico Salvai –jefe de Gabinete- para ponerme a disposición y solidarizarme con la gobernadora, lo dije públicamente. Porque hay límites que en la democracia uno no tiene que dejar pasar.
Cuando Mauricio Macri hace la barbaridad de nombrarme, diciendo que yo no necesitaba que nadie me cuide –aparte de una irresponsabilidad muy grande, cometió una torpeza política porque él tenía una manda judicial para ponerme custodia a mi familia, fundamentalmente-, amplificó el conflicto en mi nombre. A los cinco días hicimos una marcha y apareció gente en la calle diciendo “a Baradel lo cuido yo”, “a Baradel lo cuidamos nosotros”. O sea que generó lo contrario.
Como muchos otros, Cristina también me llamó para felicitarme por la elección en Suteba, pero no es que tengo un diálogo asiduo ni mucho menos. Claro está que María Eugenia Vidal tampoco me llamó por eso.
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