Un 5% más de trabajadores padecieron este año de síndrome de estrés laboral crónico, también llamado “síndrome de burnout”, de acuerdo con “Índice de Bienestar Emocional y Estrés en los Trabajadores Argentinos” en el marco de la pandemia de Covid-19 elaborado por las Universidad Siglo 21.
El índice identificó que los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires son quienes registran mayores niveles de estrés crónico. Además, las personas más afectadas son mujeres de entre 41 y 51 años.
En cambio, los menos perjudicados fueron quienes pudieron continuar con su actividad laboral en un horario flexible, mientras que entre las razones de este síndrome se destacan las relacionadas con la familia-trabajo, pertenencia, interés y desconexión.
La especialista Liliana Moroni, aseguró que este desgaste laboral puede afectar a cualquier trabajador, cumpla el rol que cumpla.
“Es una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, despersonalización y disminución del desempeño personal” dijo la médica, coordinadora del Equipo Psicopatología del Centro Médico Fitz Roy.
Moroni detalló que el trabajador “puede sentir más carga de trabajo, menos tiempo libre-recreativo. Se comienza a palpitar sentimientos que le generan malestar, conflicto, insatisfacción, inseguridad, y que lo lleva a ubicarse con menor confianza en sí mismo, y hasta subjetivamente menosprecio por esa merma de valoración”.
La especialista precisó que otros de los síntomas de este tipo de estrés es que el espacio laboral “comienza a no satisfacer los intereses, las tareas comienzan a demandar mayor energía y esto produce un mayor aislamiento social. A partir de allí, comienza un desequilibrio entre la vida social y familiar”
Moroni destacó que el nacimiento de este síndrome “no está vinculado a la pandemia”, sino que la crisis sanitaria que “lo remarcó y acentúo aún más”.
“Para quienes trabajan en modalidad remota, no solo aumentaron las tareas laborales sino que, aquellos que tienen hijos, tuvieron que destinar parte de su rutina a ayudarlos y acompañarlos, sin dejar de lado las exigencias propias del trabajo”, especificó.
A partir de tener el diagnóstico que confirma la presencia del síndrome, “las empresas deberían implementar diversas herramientas tales como charlas, talleres, capacitaciones guiadas por los líderes de los sectores más afectados, entre otros”, agregó.
Según la especialista, “es importante estar atentos a la falta de energía, irritabilidad, aumento de la ansiedad y sensación de abatimiento para una detección temprana del burnout”.
Para combatirlo, se recomienda ir a un gimnasio, darse el tiempo para disfrutar de un almuerzo saludable, salir a caminar, entre otras actividades, y “bajar las expectativas o metas propuestas para que sean realistas y acordes a las verdaderas posibilidades”.
“Advertir los pequeños logros, darles visibilidad, no minimizarlos sino remarcarlos y pensar que merecen celebrarse para compartirlos con compañeros-amigos familia, es clave”, expresó Moroni, quien agregó que en este momento donde las restricciones se están abriendo, es recomendable, en caso de hacer home office, “cambiar de lugar físico, ir a un bar, a la casa de un familiar o volver a la oficina al menos dos días por semana para empezar a compartir con los compañeros”.
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