Lo acordaron en reserva los referentes de las dos centrales de sindicatos de la actividad (CATT y Ugatt) a la espera del resultado de negociaciones con el Gobierno por Aerolíneas Argentinas. En público dirán que es por un viaje a Marruecos y por la conciliación vigente en la UTA.
Por
MARIANO MARTÍN
Los sindicatos del transporte desistieron de realizar un paro nacional de actividades contra el Gobierno el 17 de octubre (en coincidencia con el emblemático Día de la Lealtad peronista) y acordaron postergar esa medida a la espera del resultado de negociaciones sigilosas con el Gobierno. Así lo resolvieron este jueves en una reunión secreta los referentes de la denominada "Mesa Nacional del Transporte" que reúne a los dos sellos en los que está dividida la representación gremial de la actividad. El anuncio formal y la eventual nueva fecha de la huelga -no será antes de fin de mes- se dará a conocer el martes que viene en un plenario que realizará el sector.
La determinación de dejar sin efecto el paro fue el fruto de una cumbre en la tarde del jueves en la sede de la federación de gremios marítimos Fempinra a la que acudieron Pablo Moyano (Camioneros), Omar Maturano (maquinistas de trenes, La Fraternidad), Mario Caligari (colectiveros, UTA) y el dueño de casa, el portuario Juan Carlos Schmid, entre otros. Tal como reveló en exclusiva El Destape, fue clave la vía de gestiones que abrió el Gobierno con eje en el conflicto de Aerolíneas Argentinas con la participación del albañil Gerardo Martínez (Uocra) a partir del encuentro de este lunes entre la "mesa chica" de la CGT y Guillermo Francos, Julio Cordero y Santiago Caputo.
Los dirigentes consultados por este medio dijeron que las razones formales del diferimiento en el paro van desde la vigencia de una conciliación obligatoria vigente en la UTA hasta el 18 de octubre (en el conflicto salarial con las cámaras de dueños de colectivos del AMBA) al viaje que realizarán a fines de la semana próxima buena parte de los sindicalistas del transporte a Marruecos por el congreso anual de la ITF, la central internacional de gremios del rubro y donde Pablo Moyano revalidará su cargo de vicepresidente.
Sin embargo ambos factores estaban contemplados la semana pasada cuando la CATT y la Ugatt llevaron a cabo un segundo encuentro de enlace para ponerle fecha a un paro del transporte contra Javier Milei. La protesta estaba pensada para presionar por una resolución de la controversia salarial en Aerolíneas Argentinas y de paso poner en agenda otros conflictos en el rubro e incluso garantizarles a Moyano, Roberto Fernández (UTA) y Maturano un protagonismo que la CGT no les había permitido hasta ahora.
La convocatoria de Francos a la Casa de Gobierno el lunes modificó el panorama. Como reveló este medio, el secretario general de la UTA les enfatizó a los funcionarios la necesidad de una solución al diferendo salarial de los colectiveros para permitirle abrir un período de colaboración con el Ejecutivo, al tiempo que se declaró "mileísta de la primera hora". El jefe de Gabinete, el secretario de Trabajo y, sobre todo, el asesor plenipotenciario Caputo tomaron nota de aquella confesión y de los pedidos de la CGT por abrir un canal de diálogo con los sindicatos aeronáuticos y también con los del sector educativo, en particular los universitarios. Para ambas gestiones Martínez se asignó como mediador.
La decisión adoptada por la tarde en la Fempinra contrastó con el tono beligerante que varios de los gremialistas del transporte habían expuesto por la mañana en la sede de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) durante un encuentro auspiciado por la ITF con la participación de Pablo Moyano y eje en el conflicto de Aerolíneas. La convocatoria, que combinó la presencia de dirigentes y la participación de otros por videoconferencia, incluyó cuestionamientos al Gobierno nacional por parte del secretario general de la entidad internacional, Stephen Cotton, y hasta críticas del número dos de Camioneros por la concurrencia de sus colegas de la CGT a la Rosada el lunes.
Esa disparidad de temperamentos tiene entre sus explicaciones la dinámica interna en Camioneros: al ímpetu confrontativo de Pablo Moyano se le suele oponer una actitud más negociadora con el Gobierno de su padre y secretario general del gremio de choferes, Hugo Moyano. A su vez, el número uno del sindicato recuperó lazos y contacto con los sectores más tradicionales de la CGT, tanto con los "gordos" de los grandes gremios de servicios como con los "independientes" que siempre hicieron un culto del diálogo gubernamental.
Como anticipó El Destape y se plasmó el lunes en la Casa de Gobierno, la central obrera mayoritaria encara una tregua con la administración libertaria que incluye la espera por la reglamentación del ítem de la refoma laboral que habilita el despido directo sin indemnización a trabajadores involucrados en bloqueos a empresas, así como posibles acercamientos en los conflictos de Aerolíneas y las universidades y financiamiento para las obras sociales sindicales.
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