SIN CONSENSO EN PRINCIPAL PARITARIA DEL SECTOR PRIVADO
La negociación salarial del gremio de Comercio, la más numerosa del sector privado en el país, se empantanó ayer de manera sorpresiva: si bien ambas partes están de acuerdo en fijar para los próximos 12 meses un aumento del 27% en dos cuotas, el principal obstáculo fue un reclamo del sindicato de Armando Cavalieri para consagrar un aporte compulsivo de los trabajadores de manera mensual en favor de la obra social de la organización (OSECAC).
Dicho de otra forma, los empresarios que participan de la negociación argumentaron haber salido en defensa del ingreso de bolsillo de sus empleados ante el reclamo de un descuento obligatorio de 100 pesos mensuales. El argumento en la Cámara de Comercio (CAC) y en la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) es que aunque no resulten los empleadores directamente perjudicados por ese ítem, los asalariados terminan por descargar en ellos las quejas por la retención.
El planteo gremial volvió al eje del debate una frase del ministro de Economía, Axel Kicillof, que le ganó el odio de buena parte del sindicalismo peronista: fue cuando dijo que el Impuesto a las Ganancias representaba en el promedio de los asalariados formales menos dinero que las cuotas sindicales.
Cavalieri ya había incluido en otras negociaciones paritarias un descuento compulsivo con destino a su obra social. Pero se trataba de retenciones ligadas inmediatamente a la mejora salarial obtenida en la discusión, y que se practicaba sobre todos los trabajadores comprendidos en el convenio colectivo de trabajo por un mes o a lo sumo el primer bimestre de aplicación de la nueva escala de ingresos.
Aporte compulsivo
En este caso, sin embargo, el gremialista llevó al debate la posibilidad de disponer ese aporte compulsivo durante los doce meses. Es decir que en cada liquidación de sueldos, OSECAC recibiría al menos 70 millones de pesos extra por contar el gremio con un mínimo de 700 mil afiliados (el propio Cavalieri alega que hay un millón de empleados de comercio).
Carlos de la Vega, presidente de la CAC y anfitrión de la reunión paritaria de ayer, y Osvaldo Cornide, titular de CAME, coincidieron ayer en rechazar ese planteo por temor a quejas de sus asalariados. Explicaron, además, que también hubo diferencias respecto de las fechas en las cuales se deberán pagar dos sumas fijas no remunerativas ya acordadas, de 1.500 pesos. Mientras los empresarios propusieron pagar la segunda cuota en diciembre, el gremio reclamó hacerlo en septiembre.
El último punto en discordia, aunque según los empresarios no se llegó a debatir, fue una corrección pedida por esa parte al balanceo de los aumentos porcentuales: para la reunión de ayer las partes habían preacordado una primera suba del 17% retroactiva a abril y la restante del 10% en diciembre. Pero al final del encuentro los ejecutivos propusieron dividir el aumento en 15 y 12 por ciento.
El Gobierno esperaba contar ayer con la paritaria mercantil cerrada para avanzar en otras dos en parámetros similares: la de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), del titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, y la de Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), de Gerardo Martínez. De ese modo, los funcionarios con Kicillof a la cabeza prevén fijar una pauta de referencia del 27% que acordaron con esos dirigentes en una reunión reservada de esta semana en Economía, que reveló este diario.
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