Con la invitación a un almuerzo, Fabián Hermoso lanza la «mesa de enlace gremial» con el Gobierno de Javier Milei. Busca el acompañamiento de diferentes dirigentes y promete la presencia de Julio Cordero, aunque en el Gobierno dicen no estar al tanto. Es el primer intento de gestar un brazo sindical libertario en medio de la criminalización de las protestas.
«Estimados compañeros, quedan invitados al almuerzo que se celebrará en FATIQYP donde iniciaremos la denominada mesa de enlace gremial a efectos de trabajar en una agenda coordinada conjuntamente con la Secretaría de Trabajo y Empleo de la Nación», abre el flyer con el que Fabían Hermoso el secretario General de los Químicos de FATIQYP busca sumar voluntades para lo que espera sea la primera expresión sindical libertaria.
Además, asegura que el almuerzo contará con la presencia del propio Julio Cordero y será a fin de «iniciar canales de diálogo directos en pos de abordar los cambios necesarios y marcar el futuro del gremialismo nacional».
La invitación lleva la firma del propio Hermoso, un dirigente que supo estar en el armado del macrismo que terminó en prisión en esa misma gestión y que luego volvió al comando de su organización, de Claudia Canciano, una ex Partido FE de Gerónimo «Momo» Venegas que recaló en el armado porteño del PRO y de Guido Mengia, titular del peculiar gremio de Maleteros que supo orbitar cerca del Frente Sindical para el Modelo Nacional de Pablo Moyano, pero que terminó acercándose a los amarillos.
La cita será el próximo 20 de septiembre en el barrio porteño de Barracas y, aunque todavía hay tiempo para eso, hasta ahora no trascendió públicamente ningún gremio importante que haya confirmado su presencia en el cónclave.
«Nosotros no estamos al tanto del tema», señalaron a InfoGremiales fuentes cercanas al Secretario de Trabajo bajando un poco la espuma. Aunque remarcaron que «hay diálogo con todos los sectores», en lo que podría ser una señal a los filolibertarios,
En un momento delicado, la de Hermoso es la primera jugada para acercarse públicamente a la gestión libertaria que hasta ahora decidió enfrentar abiertamente a los armados sindicales y al modelo sindical argentino.
De hecho, desde el ambicioso intento del gastronómicos Luis Barrionuevo que terminó en las elecciones generales de octubre del año pasado, que no había un espacio que se sentía cómodo mostrándose con dirigentes de La Libertad Avanza en medio de las desregulaciones, la criminalización de las protestas gremiales, la Reforma Laboral y del paquete leyes antisindicales.
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