La decisión fue informada a través de un comunicado: “Loimar S.A., propietaria de la fábrica de ladrillos y pisos ubicada en el Camino a Base Aérea, presente en la ciudad hace más de 50 años, comunica que se ha visto obligada a detener la producción de su planta: el horno de ladrillos se apagó el 30 de octubre pasado, para luego hacer lo mismo con el horno de pisos, el 19 de noviembre”.

En el escrito, la firma argumentó “la caída de la demanda durante 2024, un precio deprimido y costos de producción en alza”. Y resaltó los inconvenientes generados por los aumentos en la tarifa de electricidad e insumos que “volvieron insostenible la operación”.

“Ante este escenario el Directorio tomó la decisión de parar. Hoy, con reglas claras de respeto a la propiedad y un horizonte de crecimiento para 2025, Loimar S.A. conserva la expectativa de poder retomar su actividad cuando el mercado se recupere y las variables económicas lo permitan”, señaló la empresa.

La firma es apuntada por ex trabajadores por los sucesivos incumplimientos en materia laboral y desmanejos económicos. Cercanos a la empresa sostienen que el apagón podría ser parte de una maniobra para avanzar en una nueva ronda de despidos -como ya sucedió en noviembre pasado- con el objetivo de desvincular a trabajadores con alta antigüedad y reabrir con nuevos empleados bajo otro convenio.