Pablo Moyano y otros referentes de la poderosa CATT le picaron el boleto al ferroviario Sergio Sasia. Le endilgan falta de ánimo beligerante contra el Gobierno y exceso de dialoguismo. Malestar creciente y un apodo venenoso.
Por: Mariano Martín.
Mientras la CGT parece haber acallado su tensión interna, en algunos espacios de la central el malestar va en ascenso. Es el caso de la estratégica Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), en donde el espacio mayoritario, alineado detrás del liderazgo de Pablo Moyano, analiza una salida anticipada del secretario general formal del sello, el ferroviario Sergio Sasia. Al menos media docena de gremialistas afines al camionero y desde su propio entorno dieron cuenta de un fastidio creciente hacia el titular de la Unión Ferroviaria, a quien le endilgan nula predisposición a confrontar contra Javier Milei.
El hartazgo, que en varios sectores de la CATT fecharon desde por lo menos un año atrás, tuvo este martes un nuevo escenario de manifestación. Fue al cabo de una reunión plenaria de la confederación con autoridades de la internacional del transporte (ITF) que sindicalistas de numerosos rubros del transporte dieron rienda suelta a las quejas contra Sasia. Incluso interpretaron bajo esa premisa las palabras de Omar "Manguera" Pérez, mano derecha de la familia Moyano en Camioneros, cuando aseguró que el actual "no es tiempo para tibios".
El enojo del moyanismo se basa en que el respaldo de ese sector fue decisivo para que el ferroviario pudiera encumbrarse en el sello en octubre de 2021. El hijo mayor de Hugo Moyano promovió su figura para derrotar al tándem históricamente a cargo de la CATT, integrado por el maquinista de trenes Omar Maturano (La Fraternidad) y el colectivero Roberto Fernández (UTA). De hecho tras la elección ambos dirigentes abandonaron la confederación y montaron un nuevo sello, la Unión General de Trabajadores del Transporte (Ugatt).
En cualquier caso Pablo Moyano asumió que contaría con la estructura como herramienta de presión, y mucho más a partir de la asunción de Javier Milei. De hecho el camionero ideó el relanzamiento de la CATT bajo su mando como una forma de eludir los protocolos de la CGT (gobernada por los sectores más moderados, los "gordos" de los grandes sindicatos de servicios y los "independientes" de diálogo permanente con todos los gobiernos) para actuar sin intermediarios cuando las circunstancias lo requirieran.
En cambio, desde el inicio de la administración libertaria la CATT apenas se limitó a cumplir con los paros nacionales convocados por la CGT (parcial el 24 de enero, y por 24 horas el 9 de mayo) y evitó un cronograma propio de medidas de fuerza. Incluso dejó sin efecto una jornada de protestas con asambleas y eventual paralización de actividades del transporte que había resuelto para el 6 de mayo contra el avance parlamentario de entonces de la ley Bases y, en particular, del paquete fiscal que incluiría le restitución del impuesto a las Ganancias. Las restricciones en el servicio habían sido anticipadas por el portuario Juan Carlos Schmid, número 2 de la CATT, aunque días después un comunicado de la entidad aclaró que no habría paros.
A contramano de la prédica de Pablo Moyano, las acciones y los dichos públicos de Sasia desde ese momento tuvieron una línea condescendiente hacia el Gobierno. Incluso cuando desde el oficialismo se anunció el inminente despido de 3000 operarios del sistema ferroviario y también cuando se produjo el accidente del tren San Martín a la altura de Palermo. En esa oportunidad el secretario general de la UF evitó culpar a las actuales autoridades y optó por dar cuenta de manera genérica de un desfinanciamiento del ferrocarril por parte de los gobiernos precedentes. También le reprocharon haber dilatado un pronunciamiento en contra de las cesantías masivas en Vialidad Nacional. En cambio, firmó acuerdos paritarios incluso en medio de medidas de protesta de La Fraternidad y se jactó de mantener vigentes todos sus canales de diálogo con el Ejecutivo.
El enfado del hijo mayor de Hugo Moyano se replica en otros dirigentes de su entorno que pisan fuerte en la CATT, como el propio Schmid, el aeronavegante Juan Pablo Brey, el marítimo Omar Durdos, la vial Graciela Aleñá o el taxista Jorge García. Entre los que participaron el martes de la reunión con la ITF deslizaron por lo bajo un apodo para el ferroviario que une su actividad con una aparente carencia de actitud confrontativa: "Durmiente".
Sasia asumió en 2021 al frente de la confederación que nuclea a una treintena de gremios del transporte y culminará su mandato en octubre del año que viene. Integran el sello, además de Camioneros, varias organizaciones de la actividad marítima y portuaria, del sector aeronáutico, las ferroviarias con excepción de La Fraternidad y las del transporte carretero tanto de cargas como de pasajeros, menos la UTA.
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