La discusión colectiva también es atravesada por la disputa sobre DNU, ley ómnibus y la relación del Gobierno con las provincias, todo bajo el incremento de precios.
Por: Luis Autalan.
La agenda paritaria continúa atravesada por el incremento sostenido de precios y vectores políticos en pleno debate como el DNU y la ley ómnibus, que a su vez derivarán en perfiles económicos. Para lo negociado hasta el momento solo una decena de gremios han logrado mejoras, mientras se consolidan los plazos breves de convenio, un mes o a lo sumo un bimestre, y gravita el 25,5% de inflación en diciembre y el piso del 20% para este enero a punto de concluir.
Los sindicalistas asumen que el salario “se derrite” y no por el calor del verano, lo verifican desde los datos oficiales que analizó el Cifra, foro de la CTA de los Trabajadores. En un informe sus investigadores consignaron que, con los registros de diciembre, la pérdida del poder adquisitivo llegó al 20,3%.
Y más allá de los acuerdos que sellaron aceiteros, la Uocra, Bancarios, metalúrgicos, comercio y petroleros, entre otros, para los trazos generales hay una brecha que se agiganta: el valor del ingreso básico de algunos gremios equivale a salarios de personal calificado y jefaturas de otros rubros y actividades.
La vida es una moneda
Se recuerda que aceiteros y bancarios elevan la vara del básico superando los $900.000. En la vereda opuesta a ese rango y a la discusión colectiva la CGT ya avisó que va por la convocatoria al Consejo del Salario (CNS) para fijar el nuevo haber mínimo, hoy en $156.000, número que se fijó en septiembre de 2023. El Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) además de fijar el piso de haberes tiene efectos sobre los valores por desempleo y otros beneficios sociales.
Siempre en cuanto a las mesas de discusión colectiva de febrero, Comercio uno de los gremios con mayor cantidad de trabajadores y trabajadoras deberá regresar a la negociación. En el último pacto con carácter mensual alcanzó un básico de $573.000, lo alcanzó fijando para diciembre un 11%, más un 20% para enero y así elevó el básico a $573.423. Siempre bajo inflación galopante el gremio volverá a negociar a la brevedad.
Otras discusiones paritarias están impactadas por la puja política con eje en el Congreso, respecto a DNU y ley ómnibus, y además la pulseada de la Casa Rosada con los gobernadores. Es el caso de la Paritaria Nacional Docente, cuya convocatoria es reclamada por los gremios y algunas provincias avizoran un inicio de clases complicado por falta de fondos. Para fijar el ingreso de los docentes sus sindicatos aseveran que esa paritaria tiene rango constitucional y reconocimiento internacional en todos sus alcances.
Otro considerable núcleo de trabajadores como los conductores de micros y colectivos, representados por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) esperan concretar mejoras de salario. atraviesa la siempre vigente disputa por los subsidios a dichos servicios, fondos que a su vez son objetados por el Gobierno.
Allí el cuadro tarifario representa más que un dato de referencia, y vale recordar que desde en Capital y el AMBA varias líneas de colectivos circulan en días hábiles con cronograma de fines de semana. El gremio, de no mediar soluciones podría definir medidas de fuerza, que a su vez llegarían a ser consideradas ilegales ya que la normativa que impulsa el Gobierno define al servicio como esencial.
Siempre en cuanto a febrero otro segmento de transporte, solicitó que se abra la mesa de discusión salarial, es el caso del Sindicato La Fraternidad, que lidera Omar Maturano, y agrupa a los maquinistas.
Mientras tanto, los sindicatos con menos poder de fuego deliberan de qué forma encarar sus mesas bajo la incertidumbre del corto plazo y la certeza del 25,5% de inflación en diciembre, el número de enero y la continua pérdida de poder adquisitivo a la que hoy se suma el riesgo concreto de perder puestos de trabajo en diferentes actividades.
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