La Federación Estibadores Portuarios Argentinos (FEPA) denunció despidos y persecución a trabajadores en los puertos de Concepción del Uruguay e Ibicuy en la provincia de Entre Ríos, en el marco de un reclamo por mejoras salariales.
La organización que conduce Marcelo Osores apuntó contra las empresas Urcel SA y PTP Group SA que según la acusaciones sindical "pagan jornales al 50% de lo que se están pagando en el resto del país".
"Nosotros queremos que los empresarios ganen como tienen que ganar porque son quien dan trabajo y nos contratan pero que sus ganancias no sean robándole del bolsillo de los trabajadores. Estas empresas pagan un 50% de lo que se está pagando por un jornal medio en el país", señaló Osores.
La FEPA y el gremio de base SUPA Concepción del Uruguay mantienen un conflicto con las empresas regionales, que derivó en la intervención de la justicia federal y el ministerio de Trabajo de la Nación.
El juez federal Pablo Seró se hizo presente en la zona del Puerto de Concepción para instar a las partes en conflicto a encontrar un canal de diálogo y garantizar la actividad normal en la terminal portuaria.
En tanto la cartera laboral dictó un período de conciliación obligatoria, citando a las partes a audiencia e intimando a las empresas a reincorporar a los estibadores a sus puestos de trabajo.
"Urcel y PTP celebran que un juez federal tomó intervención y dicen que ellos son víctimas. Acá las únicas víctimas son los trabajadores. Acá no existe interna sindical, hay trabajadores estibadores luchando contra explotadores", afirmó Osores.
En las próximas horas se concretará una audiencia entre las partes tras la denuncia de la FEPA por incumplimientos de la conciliación obligatoria por parte de las empresas.
El dirigente también cuestionó los recientes acuerdos salariales celebrados entre el empresariado y un sector gremial portuario: "Las personas que dicen defender a los trabajadores permitieron que a los estibadores del lugar se les pague desde 2012 apenas un jornal básico cuando trabajan con un peligro e insalubridad de cargar palos envenenados, los que saben conocen de qué hablo. Trabajan con veneno, y no cobran ningún adicional".
"Es una vergüenza lo que hacen las empresas y las herramientas que usan con estos que dicen ser dirigentes sindicales. Los compañeros se tienen que unir porque usan estratégicamente las peleas entre compañeros para dividir. A los compañeros les digo basta, si hay conflictos se arreglan dentro del sindicato, no echando gente como hacen ellos", agregó.
Y cerró: "Nos quieren tomar por tontos con la firma de paritarias, cuando firmaron un 30% sobre un jornal de $6.000 con los valores de inflación que hay. El jornal mínimo en otros puertos está en $18.000 o $20.000 de básico y después vienen los adicionales. Los compañeros se están dando cuenta y no están teniendo más miedo por eso nace el conflicto".
Para desmentir acusaciones sobre una supuesta falta de representatividad gremial en la región, la FEPA recordó la decisión adoptada por el ministerio de Trabajo quien ratificó la representación de la organización sobre los estibadores con una publicación en el Boletín Oficial.
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