Ernest “Tito” Zelko, referente del Sindicato de Trabajadores de Coca Cola de Uruguay y de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), intercambió opiniones sobre temas diversos con Erick Oliva, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Alimentos y Bebidas Atlántida SA (SITRAABASA) de Guatemala.

Oliva informó del proceso de organización de los trabajadores de la planta

de Tuculután, departamento de Zacapa, cuando en 2012 la Empresa de Alimentos y Bebidas Atlántida SA (ABASA) fue adquirida por Coca Cola Company y en 2018 pasó a la transnacional mexicana FEMSA, propietaria actualmente de las tres plantas de producción que hay en Guatemala.

“Fue un proceso duro, en el que la UITA, la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (Felatrac) y la Federación Sindical de Trabajadores de la Alimentación, Agroindustria y Similares (Festras) tuvieron un papel protagónico y decisivo por medio de un acuerdo histórico con Coca Company, que adquirió las dos embotelladoras donde no se respetaban derechos sindicales”, recordó Oliva.

A finales de los 90, la UITA asignó alta prioridad a la realización de una campaña global con el fin de garantizar derechos humanos y laborales de los trabajadores y trabajadoras en el “sistema Coca Cola”.

El 7 de mayo de 2008 se constituyó la Felatrac en Buenos Aires, Argentina, y el 23 de mayo del mismo año se conformó la Alianza Global de Trabajadores de Coca Cola de la UITA, en el centro de capacitación de la Federación de Trabajadores de la Alimentación (NGG) en Oberjosbach, Alemania.

El papel de la Felatrac

“En los años 80 conocimos, gracias a la UITA, las acciones internacionales desplegadas en favor del sindicato de Embotelladora Central, de la tremenda represión que sufrieron y los asesinatos cometidos a dirigentes y afiliados en esa planta en la Ciudad de Guatemala”, destacó Zelko.

Y agregó: “La formación de la Felatrac fue un hecho clave para los trabajadores y trabajadoras de Coca Cola en América Latina. Desde la fundación de la Federación nuestro sindicato entendió que ese era el camino”.

El resultado del trabajo generado por Felatrac, produjo un crecimiento importante del número de sindicatos adheridos.

También se profundizó la coordinación de estos en sus países donde en general tienen el mismo patrón.

“Ahora tenemos nuevos desafíos: ¿Cuál será el impacto de la incorporación de nuevas tecnologías? ¿Cómo nos posicionaremos ante la tendencia de concentrar la distribución en los centros de consumo masivo y la consiguiente disminución de empleo?”, dijo el sindicalista uruguayo.

El tema de la huella ecológica de los envases no retornables es otro desafío a encarar.

“Y, por último –concluyó– tenemos que saber transmitir a los jóvenes trabajadores y trabajadoras que los beneficios conquistados son producto de la lucha de los sindicatos y la solidaridad internacional coordinada por la Rel UITA”.

“La mano viene complicada, pero ahí está la Felatrac”, apuntó el siempre combativo Zelko.