El ministro de Desregulación y Transformación del Estado adelantó la implementación de la reforma laboral que permitirá una mayor flexibilidad en los despidos y ratificó el fin de la obra pública en un encuentro con empresarios. Las medidas, que buscan reducir costos para las empresas, han generado tensiones con sindicatos y cuestionamientos sobre su impacto social.
En un contexto de profundas reformas estructurales impulsadas por el gobierno de Javier Milei, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, se presentó en un almuerzo organizado por la Fundación Mediterránea donde detalló los próximos pasos en la implementación de la reforma laboral. Durante su intervención, Sturzenegger confirmó que la reglamentación permitirá una flexibilidad inédita en materia de despidos, señalando que "las partes podrán salirse de la Ley de Contrato de Trabajo en lo que refiere a los despidos", lo que representa un gran cambio en las relaciones laborales.
Dirigiéndose a los empresarios presentes, el ministro aseguró que la normativa ofrecerá la posibilidad de diseñar esquemas de indemnización adaptados a las necesidades de cada empresa, grande, mediana o chica. "Pueden mantener la indemnización por ley, optar por un fondo individual como el de la UOCRA, un fondo solidario a nivel industria, o incluso contratar un seguro", explicó, dejando en claro que será responsabilidad de los empleadores y trabajadores negociar estos términos. No obstante, advirtió que si alguna de las partes no convalida el acuerdo, el fondo de cese no se aplicará.
Otro de los puntos clave abordados por Sturzenegger fue el fin definitivo de la obra pública, una medida que, según el ministro, es fundamental para erradicar la corrupción y el clientelismo que, en su opinión, caracterizó a las administraciones anteriores. "La obra pública era un mecanismo de corrupción y sometimiento político. Javier Milei tuvo la decisión de eliminarla de raíz, y no vuelve más", sentenció, haciendo referencia, nuevamente, a la austeridad fiscal que pregonan
El encuentro, que se llevó a cabo en el Hotel Alvear de Buenos Aires, también contó con la presencia de destacadas figuras como Osvaldo Giordano, presidente del IERAL, el exministro de Economía, Domingo Cavallo, y empresarios de renombre como Roberto Urquía (AGD) y Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó). En este marco, Sturzenegger defendió otras decisiones recientes del gobierno, como el veto a la ley previsional que proponía un aumento para los jubilados. Según el ministro, “no se puede emitir una ley sin ocuparse de los recursos” y calificó de "infantil" la actitud del Congreso al aprobar la normativa sin prever el financiamiento.
Las reformas laborales y la eliminación de la obra pública forman parte de una serie de medidas con las que el gobierno de Milei busca reestructurar el Estado y reducir su tamaño. Sturzenegger resaltó que estas políticas no solo responden a una necesidad económica, sino también a un principio ideológico de reducir la intervención estatal en la economía. "Estamos dando un paso necesario para devolverle a la sociedad la libertad de decidir su destino sin depender de un Estado omnipresente", afirmó.
A pesar de las críticas de sectores sindicales y opositores, que advierten sobre el impacto social de estas medidas, el gobierno sigue adelante con su agenda reformista. El ministro también subrayó la importancia de desregular los registros automotores y avanzar en la implementación del régimen de disponibilidad en el Estado, iniciativas que, según él, permitirán modernizar el país y mejorar la competitividad del sector privado.
El último tramo de la jornada estuvo marcado por el respaldo que Sturzenegger recibió de los empresarios presentes, quienes valoraron la valentía del gobierno para tomar decisiones difíciles en un contexto económico adverso. Sin embargo, queda por ver cómo estas reformas serán recibidas por la sociedad en su conjunto, especialmente en un escenario donde el empleo y la protección social se encuentran bajo creciente presión.
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