Horas de discusiones frenéticas en el sector aeronáutico, más específicamente en lo que tiene que ver con la vida institucional de la aerolínea de bandera: Aerolíneas Argentinas (AA). Es que en un escenario en el que se encuentra en el centro del foco público, la intención de los gremios era buscar mantenerse por debajo del radar y garantizar una transición lo menos turbulenta posible.

Sin embargo, en la jornada de ayer trascendió la intención de Pablo Ceriani, el Presidente de AA, de dejar el cargo. Sería una decisión personal que se materializaría en lo inmediato pero que respondería a una determinación más general del kirchnerismo de abandonar todos los cargos de gestión: «No podemos ser parte de esto», fue la orden que llegó desde el Instituto Patria.

Al margen de la racionalidad política que puede tener la salida de los cargos ante el cambio de signo político, la idea de los gremios de la actividad era conservar a Ceriani para, con su figura, garantizar cierta «estabilidad» entre tanta incertidumbre.

De hecho, hubo dirigentes gremiales que personalmente se habían encargado de gestionar ante funcionarios de Javier Milei la continuidad de Ceriani al frente de Aerolíneas: «No se puede ir así. Necesitamos que sea parte de esta transición para ayudarnos a cuidar a Aerolíneas Argentinas», le dijeron a InfoGremiales importantes fuentes del sector.

Incluso cuestionaron la decisión más general del kirchnerismo: «Esto es parte de las diferencias que tuvimos siempre con Cristina y después con Máximo. No pueden tomar una decisión así sin consensuarlo con nosotros».

El último pronunciamiento público de Ceriani fue la semana pasada cuando publicó en sus redes: «Por primera vez desde su reestatización, Aerolíneas Argentinas alcanza el equilibrio económico con un resultado positivo de U$D32M para 2023, sin ejecutar además el presupuesto asignado. La compañía camina hacia la sostenibilidad económica, mientras bate récord de pasajeros y destinos».

En paralelo, desde el Ejecutivo dejaron trascender que analizan algunas alternativas para el futuro de compañía. Un grupo empresario acercó un proyecto para hacer un gerenciamiento.

Otros le aconsejaron una intervención. Si bien es una sociedad anónima y este tipo de remedios requieren intervención judicial, el Estado con un decreto podría hacerlo. En este caso, se podría evitar nombrar un directorio y poner en revisión los números de la gestión anterior.