El sindicalista advierte por los contratos políticos del PRO y la perdida de poder adquisitivo de los municipales de la capital.
Por Gastón Garriga
"En la Municipalidad de La Plata hubo baja de contratos políticos. Eran contratos muy altos para los valores que maneja el municipio, de 250 mil pesos para arriba. Son contratos de gente que no cumplía tareas, dirigentes de ese espacio político, o familiares a los que el intendente Julio Garro sostuvo pero ahora enfrenta en la interna". Con esa descripción, Gustavo Hernández da cuenta de la situación que la semana pasada revolucionó el clima político en la capital provincial tras la disputa surgida del seno de Juntos por el Cambio.
Días atrás, Juan Pablo Allan, acusó a Garro de no pagar los sueldos de junio ni el aguinaldo correspondiente de trabajadores municipales que se referencian con la candidatura de la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri. “¡No vale todo, Garro!”, recriminó el senador del PRO que quiere quedarse con la candidatura de la oposición en La Plata.
"Parece que a Garro no le gustó la interna y les dijo 'hagan lo que quieran, pero yo no voy a bancar su fiesta'. Igual, no deberían preocuparse, porque después de las PASO seguramente acuerdan y vuelven a cobrar como siempre." Así está el cuadro de situación, según el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de La Plata (SOEMLP), una de las organizaciones sindicales presentes en la planta de trabajadores municipales de la capital provincial, junto con el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), que conduce Darío Alfano y la seccional platense de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), una de las organizaciones protagonistas del acuerdo de unidad entre más de 80 gremios a partir del cual se volvió a conformar la regional de la CGT, después de 17 años. Héctor Nieves, de UPCN es uno de los integrantes del triunviro que completan Julio Castro (SOSBA) y Antonio Di Tomasso (UOM).
En conversación con BuenosAires/12, Hernández expone sus diferencias con el sindicato de Alfano, que revista en la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Buenos Aires, de Humberto Bertinat y, desde las bases del SOEMLP, que se encolumna en el armado de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FeSiMuBo) que conduce “Cholo” García, cuenta que "no hay nada que festejar” respecto a las paritarias que el municipio capitalino cerró en medio del escándalo por los despidos denunciados por el brazo platense de la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Intentando acomodar el frente interno, el municipio cerró la primera paritaria para el segundo semenestre con la pata sindical que conduce Alfano, que contempla una suba salarial del 56 por ciento a pagarse en tres cuotas. Un 30 por ciento en julio, 15 en septiembre y 11 en octubre.
--¿El porcentaje acordado en paritarias es bueno o no?
--Primero, para hablar de paritarias, tienen que estar representadas todas las organizaciones de los trabajadores. A nosotros no nos convocan, y a UPCN tampoco. Segundo, el aumento debería ser todo junto y no en tramos. No es lo mismo 56 que 30 más 16 más 10. Lo hacen en tramos para que impacte menos en el aguinaldo, a pesar de que la ciudad tiene mucha plata invertida en plazos fijos, así que no pueden decir que es por falta de recursos. Además, no se trata exactamente de un 30. Ahora es un 14 para llegar 30 en total, sumado al 16 que habíamos obtenido en el primer trimestre, que fue licuado por la inflación. Ese 30, más 16, más 10 da 56 por ciento, ¿pero sobre qué base? Un ingresante gana entre 45 mil y 50 mil pesos mensuales. Estaba y va a seguir debajo de la línea de la pobreza. No hay nada para festejar.
--Sin embargo, el otro gremio lo exhibió como un logro.
--Alfano no tiene idea de lo mal que la pasan los laburantes porque nunca laburó en la Municipalidad. Heredó la representación del padre, que con aciertos y errores era un buen dirigente, pero él es otra cosa. Hay mucha angustia, mucha preocupación y malestar. Tenemos que recuperar 25 puntos de poder adquisitivo perdidos en los últimos 7 u 8 años, ese es el objetivo.
--¿Cómo es la relación entre los sindicatos y Garro?
--Para ponerlo en contexto, nosotros tenemos alrededor de 1.400 afiliados, el STM tendrá 2.800, y también tiene representación UPCN. Todos estos son datos estimados, sobre una planta de 9 mil trabajadores, porque tampoco ese número está claro. Cuando ingresa un trabajador, se deben firmar tres sejemplares del contrato, uno para el empleado, otro para el empleador y un tercero para el inisterio, para que se registre y se computen las cargas. Si eso no ocurre, es empleo no registrado. No sabemos cuanto empleo no registrado hay en el municipio, pero el porcentaje es significativo. Dicho esto, Alfano se lleva bien con Garro porque es oficialista siempre, no importa quién sea Gobierno. Por eso ahora hace campaña por la reelección de Garro. Hasta se sacó foto con la remera de "Garro 2023". Podría hacerlo a título personal, pero lo hace desde el sindicato, y eso cae muy mal entre los laburantes. Muchos siguen debajo de la línea de pobreza. Los otros gremios tenemos otra posición.
--¿Hay gente de la FESIMUBO en las listas del PRO?
--Aprovecho para aclararlo. La respuesta es no. Algunos medios dijeron que Miriam Jara, que va tercera en la lista de Allan, es FESIMUBO. Lo fue hace años, pero fue expulsada por conductas antisindicales. Es militante radical, y nosotros no tenemos nada que ver con ella.
--¿Y los cooperativistas? ¿En qué condiciones trabajan?
--Es trabajo irregular, bajo otro régimen. Dependen del acuerdo que logre cada presidente de cooperativa con el ejecutivo. Cada uno arregla sus condiciones, su horario, su ingreso, Ni siquiera los ampara la ley 14.656, que es la ley provincial que rige el empleo municipal.
Comentá la nota