Aseguran que la plena aplicación de la norma provincial hará caer las ventas en sus respectivos establecimientos.
Antes de aprobar la ordenanza de adhesión a esa ley provincial, los ediles de Bell Ville decidieron dialogar con los titulares de comercios relacionados con gastronomía quienes cuestionaron la norma provincial y pidieron algún tipo de desgravación o exención impositiva para atenuar la menor recaudación en sus negocios.
En declaraciones a FM Estación de Bell Ville, el empresario Luis Moncada relató que “coincidimos con los aspectos técnicos que se esgrimen en cuanto a la prevención de accidentes y a cómo afecta el alcohol en las personas. Pero acá también existe un juego de intereses de un lado y del otro y lo que hay que buscar es un punto de unión entre las partes”.
Moncada se mostró en desacuerdo por la implementación en todas las calles y avenidas de la ciudad de “una medida que impactará negativamente en la parte económica del rubro”. Para él y para varios de sus colegas en Bell Ville, la legislación y los controles reducirán la cantidad de clientes que concurren a diario a restaurantes y confiterías.
Para el empresario, “en Bell Ville hay un exceso de presión fiscal sobre el contribuyente y no está la contrapartida necesaria del municipio con los servicios básicos que debe prestar y no lo hace o lo hace mal. Ésta es la discusión de fondo que debemos dar”.
Si bien la ley rige a nivel provincial en todas las rutas que rodean a Bell Ville, el reclamo apunta a no se implementen los controles estrictos en la zona urbana.
De todas maneras, como Bell Ville es un centro de recepción de vecinos de toda la región, los comercios gastronómicos igual se verían afectados por los controles en las rutas provinciales y nacionales.
La exigente normativa establece que los conductores de vehículos deben circular sin un solo gramo de alcohol por litro de sangre.
Para compensar las posibles pérdidas, los gastronómicos proponen recibir exenciones impositivas de los estados provincial y nacional.
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