La crisis salarial golpea también a la Gendarmería Nacional. Un informe de la Policía Federal advierte sobre el malestar entre los efectivos, que organizan protestas para el lunes 10 de febrero en varias ciudades del país.
El reclamo principal es el bajo sueldo, pero también denuncian traslados sin previo aviso que afectan a sus familias.
El documento de la Dirección General de Inteligencia Criminal, dirigido a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, señala que “hay situación de malestar en las fuerzas de seguridad federales, en especial la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria”. En este contexto, se prevén concentraciones en el Edificio Centinela en Buenos Aires, el Monumento a la Bandera en Rosario, la Plaza San Martín en Córdoba, la Plaza Belgrano en Jujuy y la Plaza San Martín en Tartagal, Salta.
Los testimonios de los propios gendarmes reflejan la gravedad del problema. “Gendarmes con 15 años de servicio dicen que cobran $800.000, pero que tienen que operar en Rosario o Buenos Aires, donde los alquileres van desde $250.000 a $500.000, con lo cual no cubren las necesidades básicas”, detalló el periodista Tuny Kollmann en Página 12.
Además del reclamo salarial, la protesta también apunta a los traslados obligatorios sin aviso previo. Los efectivos denuncian que no se tiene en cuenta la situación familiar ni las posibilidades de cada gendarme para ser relocalizado. En redes sociales, los organizadores piden que los familiares acompañen la movilización.
A pesar del descontento, los gendarmes aseguran que su reclamo no es contra el Gobierno, sino por las condiciones laborales. Sin embargo, la protesta pone en evidencia una nueva fisura en el manejo de la seguridad en la era Milei.
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