Para el secretario Regional, las empresas han aprovechado la pandemia para recortar sus plantillas y para ejercer en cada uno de los trabajadores una presión extra para precarizar.
Dentro de un escenario regional, en el que sindicatos globales y organizaciones continentales evidencian falencias en las condiciones laborales y la reivindicación de derechos laborales, como la adhesión a espacios sindicales, se tejan nuestras estructuras de acción.
En ese sentido, el representante regional de la Unión Internacional de Asociaciones de Trabajadores de Alimentos, Agricultura, Hoteles, Restaurantes, Catering, Tabaco y Afines, Gerardo Iglesias, dialogó con Latam Gremial sobre la situación actual de los sectores que representa y su relación con la coyuntura política y social.
Refiriéndose al actual contexto latinoamericano sentenció: “Es una región complicada para el desarrollo de la actividad sindical, en los tres primeros lugares se posiciona Guatemala, Colombia y Honduras. No hay libertad sindical y se asesinan dirigentes y activistas de base por el solo hecho de formar un sindicato”.
Asimismo, agregó que, de los 25 países más violentos, 14 son de América Latina. Además de que es un continente muy desigual, donde la intención de los gobiernos y del propio sistema es acallar al periodismo y colocar una mordaza a todo aquel que cuestiona la realidad.
“La situación se ha complicado muchísimo. Luego de la pandemia nosotros hemos viajado continuamente y nos destacamos por entender las acciones de lucha y el vínculo de solidaridad con las organizaciones. Está en primer lugar en nuestra agenda de trabajo”, agregó.
Para Iglesias, las empresas han aprovechado la pandemia para recortar sus plantillas y para ejercer en cada uno de los trabajadores una presión extra para precarizar.
Las actividades de la Rel-UITA en el territorio se fortalecieron, principalmente en Guatemala, en El Salvador y Honduras. A través de su página web difunden los conflictos y desafíos de sus afiliadas.
Respecto a la inserción de las trasnacionales apuntó: “América Latina sigue siendo una región atractiva para las empresas, no solamente del sector de alimentación, también para las empresas que tienen que ver con la minería, la energía y otros sectores estratégicos”.
Finalmente, expresó que las luchas colectivas no cesan, de la misma manera que los asesinatos: “La gente no se resigna a vivir con esos niveles de explotación y falta de dignidad”.
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