Armando Cavalieri se reunió con la ministra Sandra Pettovello y el secretario de Trabajo, Omar Yasín, para confirmarle que en enero incluirá esa innovación en su convenio. También obtuvo la promesa de que se corregirá el límite a las cuotas solidarias
Por Ricardo Carpena
Casi en forma simultánea con la protesta de la CGT contra el DNU de Javier Milei ante el Palacio de Tribunales, el líder de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), Armando Cavalieri, estuvo reunido con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el secretario de Trabajo, Omar Yasín, y logró la promesa de que se corregirá un artículo de la reforma laboral que afectaba las cuotas solidarias que pactan sindicalistas y empresarios en los convenios. Y, además, le confirmó que en enero incluirá en su convenio un nuevo sistema de indemnizaciones previsto en el DNU con la creación de un Fondo de Cese Laboral como el de la UOCRA.
Pettovello dio la noticia en las redes sociales: “El gremialista expresó su adhesión a la figura Fondo de Cese, incluida en el DNU 70, que establece un sistema de cobro de indemnización inmediato y justo a fin de poder hacer frente a futuros despidos. Una promesa de campaña de Javier Milei que hoy es realidad”, publicó en X. Y agregó: “Lo único que nos interesa es que la gente tenga trabajo”.
En diálogo con Infobae, Cavalieri afirmó: “Hace rato que venimos negociando con las cámaras, que mantienen una discusión por el aporte. Hay cámaras que quieren poner menos plata y cámaras que quieren poner más. Conjugar todas esas cosas nos lleva trabajo. Pero nosotros estamos cerca de llegar a un arreglo y eso fue lo que le dijimos a la ministra (Pettovello)”.
El nuevo sistema indemnizatorio figura en el artículo 81 del DNU, que sustituye el artículo 245 de la Ley N° 20.744 de Contrato de Trabajo, y contempla lo siguiente: “Mediante convenio colectivo de trabajo, las partes podrán sustituir el presente régimen indemnizatorio por un fondo o sistema de cese laboral cuyo costo estará siempre a cargo del empleador, con un aporte mensual que no podrá ser superior al 8% de la remuneración computable. Por su parte, los empleadores podrán optar por contratar un sistema privado de capitalización a su costo, a fin de solventar la indemnización prevista en el presente artículo y/o la suma que libremente se pacte entre las partes para el supuesto de desvinculación por mutuo acuerdo conforme artículo 241 de la presente ley”.
Sin embargo, Cavalieri hizo hincapié ante Infobae en que “la desesperación” que lo llevó a pedir una audiencia con funcionarios de Milei es “una espada de Damocles sobre los empleados de comercio”: la limitación que incluyó el DNU en las cuotas solidarias, que son aportes extraordinarios a los gremios por parte de afiliados y no afiliados que son incluidos en los convenios. Ahora corren peligro de reducirse e impactar en la recaudación de los sindicatos porque en el DNU se obliga a pagarlas “sólo si existe un consentimiento explícito del empleado autorizando el mismo”.
Cavalieri explicó a Infobae: “Algunos artículos del DNU pareciera que afectaran las obligaciones que surgen de nuestro convenio colectivo de trabajo, que establece cláusulas de retenciones y aportes al sindicato. Fuimos a la consulta (con el Gobierno) porque si este decreto lo voltea pone en bancarrota a todo el gremio, a las 350 filiales del interior”.
Según el sindicalista, Pettovello y Yasín le aseguraron que el DNU “no pone en duda” las cuotas solidarias y que “van a seguir las cláusulas convencionales pactadas entre empresarios y trabajadores”. Como el decreto de Milei fija límites, Cavalieri dijo que el Gobierno lo aclarará “por la vía de la reglamentación” del DNU o con una resolución oficial ante las dudas que planteen los gremios.
“Nosotros tenemos 350 sindicatos del interior que tienen mutuales, farmacias, y 1 millón y medio de trabajadores que aportan todos los meses a las arcas del sindicato y si de repente esto no lo tenemos más, desaparecemos como sindicato -dijo-. Si la justicia no nos da bola, ¿qué hacemos? Por eso fuimos a la consulta (con el Gobierno) y me contestaron que no, de ninguna manera. ‘Si esto surge de la actividad privada entre empresarios y trabajadores, nosotros lo vamos a respetar’”.
Armando Cavalieri y Sandra Pettovello, con sindicalistas como Carlos Pérez y funcionarios como Omar Yasín, Horacio Pitrau y Eugenio Dimier
Las cuotas solidarias comenzaron a incorporarse en los convenios colectivos de trabajo en los años 90 como una forma de compensar la desafiliación sindical a raíz de los cambios económicos que dispuso el menemismo. De esa forma, empresarios y sindicalistas pueden acordar que los no afiliados tengan que hacer un aporte al sindicato, así como lo hacen los afiliados, debido a que también son beneficiarios de los logros obtenidos por cada organización gremial. Ese recurso, en la práctica, se convirtió en una millonaria herramienta de recaudación adicional para los sindicalistas.
El DNU de Milei, sin embargo, estableció en uno de sus artículos que “el pago de cuotas, aportes periódicos o contribuciones a que estuviesen obligados los trabajadores en virtud de normas legales o provenientes de las convenciones colectivas de trabajo o que resulte de su carácter de afiliados a asociaciones profesionales de trabajadores con personería gremial o de miembros de sociedades mutuales o cooperativas así como por servicios sociales y demás prestaciones que otorguen dichas entidades, sólo si existe un consentimiento explícito del empleado autorizando el mismo”.
La exigencia de tener que contar con un aval “explícito” por parte de los trabajadores para que les hagan los descuentos destinados a las cuotas solidarias pone en jaque las arcas de los sindicatos. Ese artículo fue uno de los polémicos puntos que puso en crisis las conversaciones reservadas que mantenía la CGT con Guillermo Francos, ministro del Interior, a partir del triunfo electoral de Milei.
Armando Cavalieri y Carlos Pérez, los principales líderes sindicales de Comercio, en la firma de la última paritaria
Ahora, la reunión de Cavalieri en forma simultánea con la protesta de la CGT contra el DNU de Milei, al que considera inconstitucional, podría interpretarse como un gesto de respaldo al Presidente. Sin embargo, el jefe de Comercio lo desmiente: “¿Si mi gestión es un apoyo a Milei? No, ¿qué apoyo a Milei? Yo apoyo a mi gremio, a mi convenio. Yo tengo mucha gente que no es afiliada, pero tiene aportes convencionales”. Cavalieri, de todas formas, no rechazó la reforma laboral como algunos colegas: “Mientras no afecte a los convenios colectivos de trabajo, no tengo por qué oponerme”.
El líder de Comercio también anticipó que dará detalles sobre su gestión con el gobierno libertario en la reunión de mañana del Comité Central Confederal de la CGT, que debatirá un plan de lucha contra el DNU de Milei: “Si está en los diarios, ¿cómo no lo voy a comentar? Voy a decir que estuve ahí aclarando qué hago con mi gremio porque me están llamando de todo el país”, señaló.
Cavalieri ratificó que el plenario cegetista de este jueves resolverá “los pasos por seguir” ante la reforma laboral, aunque dijo que su gestión con Pettovello “quizás innova la mente de algunos dirigentes y hacen lo mismo que yo para salvaguardar la la existencia del sindicato”.
¿No teme el líder de Comercio que su reunión con funcionarios de Milei sea criticada por otros colegas que impulsan protestas antes que negociaciones? “Pero ante todo tengo que poner el gremio arriba de la mesa -respondió-. No puedo dejar que el gremio se haga pelota y que el Gobierno avance sobre el convenio colectivo de trabajo y nos quedemos en la calle”.
La promesa oficial de corregir el artículo sobre las cuotas solidarias podría servir para amortiguar el malestar de la CGT contra la reforma laboral. ¿Evitará que se declare un plan de lucha? Parece improbable, pero Cavalieri quizás aportó una llave para llevar a otros acuerdos con Milei.
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