La dirigente sindical de los docentes reclamó que el Ejecutivo convoque a la paritaria nacional para negociar una recuperación del poder adquisitivo de los salarios y actualizar los fondos educativos congelados desde hace dos años.
Al cabo del primer día del paro docente convocado por Ctera en todo el país, la titular de ese gremio, Sonia Alesso, le exigió al Gobierno que “esté más atento” al reclamo de los maestros, que convoque a la paritaria nacional docente y actualice el financiamiento educativo que “está congelado desde hace dos años”. En diálogo con PáginaI12, Alesso recomendó al Ejecutivo “copiar la mejor versión de sí mismo, la de 2016, cuando convocó a paritarias, hubo aumento, hubo ley de financiación y no hubo casi conflicto”.
–Desde el Ejecutivo calificaron de “muy bajo” el acatamiento docente a la primera jornada del paro. ¿Qué evaluación hace la Ctera?
–Que fue un paro con un altísimo acatamiento a nivel nacional, apoyado por una movilización de más de 60 mil docentes de todo el país, acompañados por padres, por sindicatos de la CGT y la CTA, movimientos sociales, estudiantes, pedagogos y pedagogas, así que estamos contentos y orgullosos. A pesar de las presiones que el Gobierno ejerció sobre gobernadores e incluso muchos gremios provinciales, el paro tuvo un acatamiento altísimo.
–¿Se pueden evaluar como presiones sobre los trabajadores el pago del presentismo dispuesto por la gobernadora María Eugenia Vidal? ¿Cómo influyó?
–No influyó. Hicieron de todo en la provincia de Buenos Aires y no les fue bien. El acatamiento de la medida es del 85 por ciento. Han hecho de todo, desde amenazar con los descuentos, hasta mandar a los inspectores del Ministerio de Trabajo a las escuelas. Bien harían, en vez de mandarlos a ver quién adhiere o no un paro, en evaluar la situación edilicia de las escuelas. Pero está claro que ni al gobierno bonaerense ni al nacional les sirven las políticas de presiones. Es un error, nosotros lo dijimos en el acto. El Gobierno debería escuchar, debería estar más atento a un reclamo que es legítimo, que es que se llame a la paritaria nacional y se discuta la actualización del financiamiento para la educación. Un reclamo que está amparado por la ley que votó el Parlamento y que el Gobierno tiene la obligación de respetar y cumplir. Por el otro lado, los gobiernos provinciales tienen que convocar a los gremios locales a mesas paritarias y mejorar las ofertas de la Nación.
–Esta debería ser la tercera paritaria entre los gremios y el gobierno de Cambiemos. ¿Cuál es el comportamiento que pueden evaluar como común a los tres años?
–Hoy decíamos en el acto que el gobierno nacional podría copiar la mejor versión de sí mismo, la de 2016, cuando convocó a paritarias nacionales, hubo aumento salarial, hubo ley de financiamiento y no hubo casi conflicto en las provincias. Ni hablar de los años anteriores.
–¿Por qué consideran que no hizo en 2017 ni este año lo que sí en 2016?
–Porque saben que si llaman a paritarias no le pueden poner techo a la negociación. No existen paritarias condicionadas, las paritarias condicionadas no son paritarias. Y su intención es muy clara: disciplinar a los trabajadores y ajustar. Y no quieren disciplinarnos a nosotros solos, sino a todos los trabajadores, demostrando que éste va a ser el porcentaje máximo de negociación general. Sabemos que la paritaria de los maestros es una de las primeras de cada año.
–En ese sentido ¿cuánto vale el acompañamiento de la comunidad educativa y de otros sectores de trabajadores?
–Es fundamental. No es una batalla que se gana aislados. Nunca lo fue. La Carpa Blanca tampoco. Además, los maestros estamos afectados por las políticas que afectan a todos los trabajadores, incluso a los padres y madres de los chicos que nosotros educamos. Y el Gobierno no muestra encuestas porque todas le dicen que nosotros tenemos razón. Cualquier trabajador que va al supermercado o al que le llegó la boleta de luz sabe perfectamente que con un 15 por ciento de aumento anual, a pagar en tres cuotas de cinco culminando a fin de año, no come, no llega a fin de mes. El propio Cippec cita un informe que es similar al nuestro y que dice que hace dos años que los salarios docentes pierden poder adquisitivo. Por eso reclamamos recuperar los puntos de poder adquisitivo perdidos el año pasado y luego que nos reconozcan un aumento para 2018 acorde con lo que será la inflación real y no un cálculo como el oficial, que todo el mundo sabe que será superado. Lo que el Gobierno debería hacer es respetar la ley: convocar a los gremios a discutir el financiamiento educativo también, no solo discutir paritarias. Actualizar el Fondo Nacional de Incentivo Docente y el Fondo Compensador de Desigualdades Salariales, congelados desde 2016.
–¿Cómo sigue el plan de reclamos?
–Después de este paro de 48 horas, la Ctera convocará la semana próxima a un plenario de secretarios generales. Estamos pensando en una marcha federal educativa para abril que recorra todas las provincias haciendo actos en pueblos y ciudades. En las provincias donde aún no hay acuerdo –17 en total– es necesario que los gobiernos convoquen a la mesa local para dar una propuesta coherente con lo que corresponde a un aumento digno. A nivel nacional ni siquiera están convocando y nosotros hemos impugnado el decreto 52 de 2018 con el que derogaron la paritaria nacional docente, una ley aprobada por el Congreso, algo absolutamente inconstitucional. Además, adherimos el 8 al paro internacional de mujeres. Toda la Ctera movilizará y participaremos de las actividades que se decidan en cada provincia.
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