En distintos encuentros, funcionarios explicaron los planes que tiene la gestión de Alberto Fernández para el área, con eje en el fortalecimiento de la empresa estatal Aerolíneas Argentinas. Prometieron tener diálogo y escuchar a los gremios por rama, que en la anterior gestión fueron atacados. Además, se revisarán la legalidad de los gremios “low cost”, aprobados por el macrismo.
Diego Lanese.
A poco de asumir su cargo, el flamante titular de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, hizo un duro diagnóstico de la realidad en la que se encuentra la empresa estatal luego de cuatro años de macrismo, y afirmó que se encontró con “una de las peores situaciones que hemos visto”, comparada con la del año 2009, tras la nacionalización de la compañía. A partir de esto, se comenzó a diagramar una nueva política para el sector, que durante la anterior gestión estuvo plagado de polémicas, ya que la denominada “revolución de los cielos” no terminó de despegar, y el fomento que se hizo de las líneas “low cost” no terminó de consolidarse, más allá de las desregulaciones realizadas.
Tanto el Ministerio de Transporte como su par de Trabajo se encuentran abocados en la tarea de darle una nueva dirección al sector, y para eso plantean el apoyo de los gremios tradiciones. En distintos encuentros, los funcionarios explicaron cuáles son los planes de la gestión de Alberto Fernández, y remarcaron que tendrán en cuenta la opinión de la dirigencia sindical. Además, adelantaron que revisarán la legalidad de las organizaciones gremiales de las empresas “low cost”, que fueron autorizados por la anterior gestión laboral pero que entienden que están “flojos de papeles”. Los gremios aeronáuticos fueron un foco de resistencia durante la anterior gestión, divididos en dos grandes bloques.
La idea de la gestión de Alberto Fernández es “dar un giro” a la política aerocomercial que instaló su antecesor Mauricio Macri, basada en la desregulación y el fomento de las líneas de bajo costo, denominadas “low cost”. La nueva estrategia está siendo delineada por la Casa Rosada, y en distintos encuentros busca el apoyo de los sindicatos. “La idea es fortalecer Aerolíneas Argentinas como eje de la actividad, dándole prioridad en especial en la actividad dentro del país”, le adelantó a Gestión Sindical un dirigente de estos gremios, que por ejemplo a mediados de diciembre se reunieron con el Ministro de Transporte Mario Meoni para conocer estos proyectos.
La preocupación de las nuevas autoridades es las condiciones en que recibieron la firma estatal, y el retroceso en el mercado nacional. “El objetivo es hacer de Aerolíneas Argentinas una empresa sustentable, competitiva, como lo fue hace un tiempo, luego de la recuperación”, agregó el mismo dirigente. En ese camino, destacaron que buscarán “apoyarse en los gremios tradicionales del sector. que durante el macrismo no sólo ni fueron escuchados, sino que fueron atacados de muchas formas”.
Otro de los cambios en la política por parte del gobierno será el respaldo a las organizaciones tradicionales. Durante la gestión de Macri, se dio el visto bueno a al menos dos gremios de las empresas “low cost”: Asociación de Trabajadores de Flybondi y la Unión de Empleados de Norwegian (UNEN). Esto fue considerado una “provocación” por los gremios tradicionales, y ahora esperan que las nuevas autoridades reviertan esta tendencia. En este sentido, otro dirigente del sector le confirmó a Gestión Sindical que en el Ministerio de Trabajo “piensan revisar las autorizaciones de estas organizaciones”. “No sólo van a escuchar a los sindicatos por rama, sino que van a ver qué tan legales son estas entidades, verdaderos gremios de las empresas, que no defienden a los trabajadores. Se va a desarmar el entramado que hizo el ministro de Transporte anterior, Guillermo Dietrich”, explicó el mismo dirigente consultado.
El sector aeronáutico está atomizado en varias organizaciones sindicales. Por un lado, los Sindicatos Aeronáuticos Unidos forman un bloque que trabaja en unidad, y está integrado por la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Empresas Aerocomerciales (Atcpea) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), entre otros, Por otro lado, está la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que suele actuar de manera independiente.
El acercamiento a los gremios aeronáuticos comenzó con una serie de encuentros con todo el arco sindical. Primero el ministro Meoni se reunió con representantes de los Sindicatos Aeronáuticos Unidos, para analizar la realidad del sector. “Se trató de un encuentro de diálogo, en el que se conversó sobre las políticas de las distintas áreas del transporte aéreo, tuvimos la oportunidad de plantear, al ministro, diversos problemas del transporte aéreo y sus posibles soluciones”, dijo a la prensa el secretario general de APTA, Ricardo Cirielli.
Además, el titular del Ministerio de Trabajo Claudio Moroni tuvo un encuentro con Juan Pablo Brey, secretario general de AAA, quien estuvo acompañado por el coordinador de ATE en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Marcelo Belelli, sector con el que protagonizaron una fuerte campaña durante la gestión Macri contra sus políticas aerocomerciales. En esa cumbre se planteó que la necesidad de que la ANAC cuente con un convenio colectivo de trabajo sectorial, que regule y genere un plan de carrera para los profesionales del organismo.
En cuanto a la situación de Aerolíneas Argentinas, Ceriani prepara un informe de gestión, y en la previa fue muy duro con la herencia recibida. “Cuando dejamos la compañía en 2015 facturábamos 2.100 millones de dólares y ahora facturamos 1.500, en un mercado aerocomercial desregulado, insustentable en las actuales condiciones, producto del descalabro normativo en materia de regulación por parte de la autoridad anterior, que la actual autoridad aeronáutica deberá corregir para darle sustentabilidad al sector”, manifestó.
Además, advirtió que “desde lo financiero la situación es caótica por la política aerocomercial implementada, que fue en un desprecio total por Aerolíneas Argentinas, que estaba en el último lugar, ya que el objetivo fundamental del macrismo fue beneficiar a las empresas extranjeras”. “Se generaron espacios para las empresas extranjeras, pero con una desregulación de la oferta insustentable que nos llevó a la realidad que vivimos hoy», remarcó Ceriani.
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