El CEO de Granja Tres Arroyos (GTA), Joaquín De Grazia, autodefinió a la empresa como «esencial» por su rol durante la pandemia, pero eludió reconocer de la misma manera a los trabajadores para abonar el «bono sanitario».
El CEO de Granja Tres Arroyos (GTA), Joaquín De Grazia, definió a la empresa como «esencial».
Lo hizo en el marco del encuentro anual ACDE, para un «capitalismo más humano».
Allí, junto a Nicolás De Grazia, definió como «prioritaria» a la empresa por su rol en la pandemia.
Sin embargo, omitió mencionar el rol que jugaron los trabajadores que debieron arriesgar su salud en pandemia para que la empresa siga funcionando.
Es que los empleados alimenticios son considerados «esenciales» y por ello no pudieron aislarse en la pandemia.
Sin embargo GTA, nunca ofreció un «bono sanitario», en compensación.
Pero, además, tuvo varios enfrentamientos con el STIA por incumplimientos de protocolos sanitarios.
«Empresa esencial»
Durante el encuentro de este fin de semana de ACDE, Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas, los De Grazia aseguraron que la empresa fue «esencial» durante la pandemia.
Fue en el marco del Encuentro Anual hacia un capitalismo más humano.
Los dueños de GTA, sostuvieron que «siendo una empresa esencial, nuestro desafío principal fue continuar con la actividad sin dejar que faltara alimentos en la mesa de los argentinos».
Granja Tres Arroyos emplea a más de siete mil trabajadores, muchos de los cuales tuvieron problemas con la patronal.
Sin embargo, a pesar de verse así, los dueños de la avícola se negaron a abonar «bonos sanitarios».
Ello hubiera implicado reconocer a los trabajadores como «esenciales», al igual que lo hizo el Estado.
Pero, además, buscaron dejar desvinculados a trabajadores que reclamaban derechos laborales.
«Protocolos estrictos»
Según Joaquín De Grazia, la empresa se «ajustó a protocolos muy estrictos».
Sin embargo, el Sindicato de la Alimentación (STIA) registró suba de casos y denuncias de los trabajadores.
Es que los contagios en las plantas fueron una señal de los controles deficientes.
Por eso, el gremio debió poner el ojo en la alimenticia, en más de una ocasión.
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