Desde el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines Zona Oeste (SEOCA) afirmaron que el trabajador de 59 años murió luego de volver a su puesto, un mes después de recibir la primera dosis de la vacuna. Tenía una enfermedad respiratoria, pero fue convocado igual, amparado en una resolución ministerial. Delegados dicen que en la sucursal no se cumplen los protocolos, y que esto provocó un brote de casos. Además, piden vacunas para el sector.
Por: Diego Lanese.
En los primeros días del abril, la resolución conjunta 4/2021 del Ministerio de Salud y el de Trabajo, determinó que el personal de riesgo contra el coronavirus que fuera vacunado podría volver a las tareas presenciales, incluso cuando reciba una sola dosis. La disposición estableció que a los 14 días de inmunizarse, estos empleados podrían ser convocados a su puesto, lo que generó dudas y malestar en los gremios. A los pocos días, un decreto modificó la decisión, pero no la derogó, por lo cual la posibilidad sigue vigente. Por eso, Rosendo Lobo volvió a su puesto de trabajo en la sucursal Castelar del supermercado Vea. El trabajador, de 59 años, tenía una enfermedad de base, y estuvo de licencia buena parte del 2020. Pero al ser vacunado, volvió a sus tareas. A la semana, en el marco de un brote en el lugar, contrajo Covid-19, y el fin de semana falleció.
El caso generó conmoción en la empresa y la región, ya que la muerte del empleado muestra que la resolución de abril sigue en plena vigencia. Ante esto, el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines Zona Oeste (SEOCA) denunciaron la situación, y apuntaron a la empresa por la falta de medidas de seguridad.
El dolor de sus compañeros
“Estamos devastados”, dijeron desde la sucursal, que hoy lunes permaneció cerrada. El gremio mercantil insiste en la necesidad de vacunar a los trabajadores de supermercados, el segundo colectivo más afectado por el coronavirus.
El caso de Rosendo Lobo generó alarma en toda la región. Lobo recibió una dosis de la vacuna Sputnik un mes antes de reincorporarse a las tareas, pero a los pocos días se contagió de Covid-19.
“Él tenía una enfermedad respiratoria de base, y no estaba óptimo para reincorporarse, sobre todo porque había recibido sólo la primera dosis de la vacuna”; explicó Natalia Nobile, delegada del SEOCA en el Vea de Castelar, donde se produjo la tragedia. A partir de la resolución de abril, el área de Recursos Humanos de la firma llamó a trabajar a Lobo, con el desenlace fatal que sucedió en estos días.
“Una semana después de volver a la sucursal, en el marco de un brote que afectó a varios trabajadores internos y externos durante tres semanas, Lobo se contagió, después su cuadro empeoró y falleció”, relató Nobile en diálogo con Gestión Sindical. “Este es un claro ejemplo de que una dosis de la vacuna no inmuniza lo suficiente”, dijo.
Polémica resolución
El caso de Lobo, del Vea Castelar, marca que la resolución conjunta sigue vigente, pese a que a pocos días que se conociera, un decretó le hizo modificaciones, que se creía frenaba la convocatoria del personal de riesgo vacunado.
“Mantiénese, por el plazo previsto en el presente decreto, la suspensión del deber de asistencia al lugar de trabajo para las personas alcanzadas por los términos de la resolución 207/20, prorrogada por la resolución 296/20, y modificada por la resolución 60/21, todas del Ministerio de Trabajo , Empleo y Seguridad de la Nación, sus normas complementarias y modificatorias y las que en lo sucesivo se dicten”, dice el DNU firmado por la administración de Alberto Fernández, que sustituyó el artículo 7 del Decreto N° 235/2. Pero la realidad es otra.
“Nosotros consultados al área de legales del gremio, y nos dijeron que hubo una modificación que dice que ciertos pacientes con enfermedad de riesgo mayor si estaban resguardados, pero la calificación de Lobo no estaba en ella. Nosotros pensamos en presentar un recurso de amparo, pero nos dijeron que era imposible”, destacó Nobile.
Ante esto, Lobo volvió a sus tareas un mes después de recibir la vacuna. Originalmente, el decreto apuntaba a trabajadores mayores de 60 años de edad, trabajadoras embarazadas, trabajadores y trabajadoras incluidos en los grupos de riesgo. Pero las modificaciones abrieron la puerta a las reincorporaciones.
“Para colmo el sistema sanitario se colapsó, con o sin obra social es difícil conseguir atención”, recalcó la delegada del SEOCA, que admitió que los trabajadores, por miedo a perder sus puestos, también querían volver a la actividad.
Lobo, junto a sus compañeros de la sucursal CastelarFalta de medidas de seguridad
Luego de la muerte de Lobo, la delegada del SEOCA denunció “protocolos muy flojos” en esa sucursal, que incluyó la falta de testeos de contactos estrechos, lo que generó “una red de contagios que no se podía detener”.
“Desde que comenzó esta pandemia y la segunda ola nosotros apuntamos a tomar medidas, ajustar los protocolos y limitarlos más”, dijo Nobile, que en ese brote fue una de las contagiadas. Como ejemplo, denunció que si bien el DNU presidencial obliga a la actividad comercial a cerrar a las 19, el supermercado seguía cerrando a las 20.
“Se amparaban en que no habían sido notificados por la Municipalidad de Morón, y por eso seguían cerrando a las 20, en un mercado desbordado por la cantidad de positivos, gente que comenzaba con síntomas que no iban a trabajar y hacían que el mercado no estuviera operativo, pero la empresa hizo todo lo necesario para no cerrarlo, se trajo gente de agencias sin experiencias para cubrir los baches”, afirmó Nobile. “El mercado nunca intentó cambiar nada para frenar los casos”, agregó.
Un accionar cuestionable
A partir de la muerte de Lobo, los reclamos de los trabajadores de supermercado se multiplican, luego que en 2020 se tomaron muchas medidas para evitar los casos. “En la sucursal de Castelar estuvimos casi un año sin contagios, porque tomamos un montón de medidas. Nosotros pedimos que en el medio del día laboral se haga un corte, una desinfección, y no se cortaron los cortes, para evitar los contagios”, remarcó Nobile, que llevó la propuesta a la empresa, luego de tres semanas de contagios.
Como respuesta, Vea sostuvo que “ningún municipio lo pedía, y no tenían la obligación de hacerlo”. Además, cada vez que se aislaba un empleado, por contacto estrecho o presentar síntomas, se traía personal contratado, sin experiencia.
Ante el caso fatal, desde el SEOCA emitieron un comunicado donde expresaron su dolor por la situación, y reclamaron la vacunación del personal del sector. “Exigimos urgente, una vez más, la vacuna para todos los trabajadores esenciales que diariamente se exponen al contagio de un virus que nos da tregua”, dijo el gremio que lidera Julio Rubén Ledesma.
Un sector muy castigado
Los trabajadores de comercio de supermercados son el colectivo más afectado por el Covid-19, sin contar al personal sanitario, por obvias razones. “No estamos en ninguna lista, tuvimos en este tiempo varios fallecimientos de compañeros, además de los muchos contagios. Estamos padeciendo muchas secuelas, te dan el alta de manera virtual y te mandan a trabajar, la atención de la ART es pésima y la empresa se lava las manos, nadie se hace cargo de esas secuelas que tenemos”, sostuvo.
Pensando en el futuro, la sucursal está cerrada, y se espera que entre mañana y pasado vuelva a abrir sus puertas. “Los compañeros están muy angustiados, con mucho miedo, porque al no tener la vacuna que es todos necesitamos, además de cumplir los protocolos y que se limite la cantidad de gente en los locales que nos resguarden un poco más, estamos con mucha incertidumbre u desbastados”, concluyó la delegada del SEOCA.
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