El debate sobre el sistema indemnizatorio, que por estas se convirtió en uno de los temas más álgidos de la agenda del mercado de trabajo, sumó una nueva arista. Se trata de una iniciativa que promueve Daniel Rosato, Presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA) y que tiene como objetivo la creación de un «fondo de indemnización y retiro universal».
La idea fuerza detrás del borrador, que ya recorre despachos de funcionarios y círculos de dirigentes, es que el empresario deposite el equivalente al porcentaje indemnizatorio mes a mes para que, cuando el vínculo laboral se discontinúe por la razón que fuera, el trabajador tenga a disposición su indemnizacion completa.
«El proyecto se conforma completamente con los fondos del empleador y el Estado. Estos fondos irían a una cuenta, que podría ser en la ANSES, del trabajador», le explicó Rosato a IProfesional. Ese es el núcleo central del plan.
«Si el trabajador por alguna cuestión se desvincula de la empresa, tendría depositada su indemnización», sintetizó.
El dirigente Pyme, además, atajó lo que seguramente será una de las principales preocupaciones de las organizaciones sindicales y centrales obreras del país: «Bajo ningún punto de vista se afectan los derechos adquiridos del trabajador, ni se modifican los importes indemnizatorios. Al contrario, se le suman beneficios porque el trabajador siempre cobra su indemnización, cualquiera sea la causa de su desvinculación».
Y ejemplificó: «Si una empresa quiebra, el trabajador cobra su indemnización completa. Si un empresario no puede pagar, el trabajador no tiene que recurrir a un juicio laboral porque dispone de su indemnización».
Diferencias con el plan «Mochila Argentina»
La iniciativa de Rosato, también presidente del Parque Industrial de Plátanos, se pone sobre la mesa en momentos en los que el empresario textil Teddy Karagozian, propietario de TN&Platex, levantó polvareda con su propio borrador titulado «Mochila Argentina», que despertó fuertes reacciones en el universo gremial.
Sin embargo, las ideas no coinciden completamente. La «Mochila Argentina» habla de la creación de un Seguro de Garantía de Indemnización (SGI), mientras que en este caso lo que se busca es la conformación de un Fondo de indemnización y retiro.
La palabra retiro no es casual y compone una diferencia sustancial con lo esbozado por Karagozian. Es que el otro plano del proyecto de Rosato está conformado por el ahorro: «En caso de que un trabajador nunca retire sus fondos, cuando llega a la edad de retirarse cobra su jubilación de reparto, más esos fondos que son un ahorro forzoso de toda su trayectoria laboral».
Para el empresario la iniciativa sería un gran impulso para el crecimiento de las Pymes, generadoras de 7 de cada 10 empleos en la Argentina, porque se evitarían «juicios laborales onerosos e injustos» y dinamizaría la creación de puestos de trabajo formales.
«Genera seguridad jurídica, da tranquilidad al trabajador y al empleador, y motiva a la creación de nuevos puestos de trabajo. Invita a tomar gente en el mercado formal y combate el empleo informal», concluyó Rosato.
En paralelo, y tal como informó iProfesional, el plan «Mochila Argentina» tomó estado público hace apenas algunas semanas pero ya generó un sismo entre los actores del mercado de trabajo. La iniciativa, que fue difundida a políticos, sindicatos y empresarios.
«Todos los días tengo dos o tres zooms y entrevistas. La mayoría son privados, son de empresas, empresarios, entidades y organizaciones que están profundizando la iniciativa», le dijo Karagozian a iProfesional. «El comentario es que esto es lo que necesita la Argentina», se entusiasmó.
Según se detalla en el proyecto, la Mochila Argentina sería «una reforma superadora a la institución indemnizatoria que otorgue beneficios a los empleados, y disminuya el costo para las empresas, eliminando la necesidad de una reforma laboral que quita derechos y fomente la creación de más puestos de trabajo en el sector privado dando más derechos a los empleados».
Para Karagozian, la instalación del seguro pagado por las empresas le garantiza a los empleados el cobro del 100% de las indemnizaciones, más allá de la suerte que corra la empresa. A las firmas les permitiría no descapitalizarse en gastos de indemnización, ni de abogados.
Un apoyo sindical que generó revuelo
Antes de la popularización del proyecto Mochila Argentina, Facundo Moyano ya pedía iniciar discusiones de fondo sobre la situación del mercado de trabajo y encarar un plan de reformas que permita, entre otras cuestiones, incorporar al sector formal al enorme conjunto de trabajadores informales.
«Tenemos que animarnos a hablar del fondo de desempleo, de la mochila austríaca, que fueron propuestas de partidos de centro izquierda y centro derecha en España. ¿Por qué nos vamos a limitar, inclusive yo proviniendo de las fibras sindicales, de reconocer un problema que inevitablemente tiene que tener una solución?», se preguntaba el hijo de Hugo Moyano en la sesión de la Cámara de Diputados que reglamentó el Teletrabajo el año pasado y que reflotó IProfesional.
Desde el entorno de Facundo Moyano confirmaron que la posición del sindicalista no cambió, que la sostiene públicamente y que cree que hay que hacer modificaciones en el sistema laboral para incluir a los trabajadores no registrados. Moyano, adicionalmente, tiene buena relación con Tommy Karagozian, el hijo de alto perfil de Teddy y uno de los principales referentes del espacio UIA Joven.
La postura de Facundo resonó en el mundo sindical y ni siquiera la portación de apellido lo blindó de las críticas. La CTA de los Trabajadores, que comanda el también diputado nacional Hugo Yasky, condenó la iniciativa por considerarla un «nuevo intento de flexibilización, precarización laboral, desempleo y pobreza de la clase trabajadora» y aprovechó para dejarle un mensaje por elevación: «tiene el apoyo de algún parlamentario de extracción sindical que perdió el rumbo y olvidó sus orígenes».
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