El horno no está para bollos, se suele decir en medio de algún conflicto. Y en la CGT pasa lo mismo. Días atrás, Mercedes Morro puso el grito en el cielo cuando la Confederación General de Trabajo postuló a Carlos Irazoqui como reemplazante de José “Pepe” San Martín en la delegación local del ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. Este lunes, lo volvió a dejar en claro, pero adelantó que no quiere la “división” de la institución que encabeza el secretario general Pedro Fernández.

Sin embargo, la Secretaria Adjunta de la CGT ahora no está sola. Una docena de gremios marplatenses se unió contra la “metodología” de designación y plantaron bandera en el gremio de Gastronómicos: Estaciones de Servicio, Caucho, Petróleo, Calzado, Madera, Maestranza, Farmacia, Panaderos, Construcción, Seguridad Privada, Lavaderos y Tintoreros y UOCRA.

Después de la nota publicada en “el Retrato…”, Morro volvió a expresar públicamente las razones del descontento y enfatizó que “decidimos hacer esta conferencia de prensa por la actitud tomada por una parte de la CGT, donde se pretendió imponer un candidato inconsulto”.

Pero también anexó que “a Fernández le pedimos la posibilidad de elegir un profesional o una persona de carrera dentro del Ministerio para que lleve la conducción, pero en el último plenario las cosas no se dieron como se habían tratado. Nos dimos cuenta que todo estaba cocinado y me retiré”.

A su vez, anticipó que “nuestra idea no es romper con la CGT, ni pelearnos con nadie, sino hacer escuchar nuestra voz” y agregó que “haremos un documento que presentaremos ante el ministro de Trabajo, donde pediremos que se escuchen todas las voces, sin nombrar candidato”. Acto seguido, no descartó la continuidad de la delegada interina Liliana Goyeneche.

De paso, Morro confesó que pidió licencia a su cargo de Secretaria Adjunta en la CGT debido a su precandidatura a concejal del partido de General Pueyrredon.