Debaten estrategia para lanzar una protesta unificada de toda la oposición. Difícil aún lograr un acuerdo por la historia de divisiones entre las centrales de trabajadores. Buscan paraguas del peronismo y apoyo de sectores de la industria en crisis.
Con dos protestas planificadas en paralelo, la CGT y los gremios opositores que rodean a Hugo Moyano intentarán unificarse bajo el paraguas del Partido Justicialista en una gran marcha contra la administración de Mauricio Macri. Se trata del afán por aunar fuerzas y evitar la dispersión del sindicalismo que representaría que se montara por un lado una movilización de sindicatos y empresarios industriales, como definirá hoy la central obrera, y una gran marcha federal de la oposición, por otro, entre fines de marzo y la primera quincena de abril.
La inquietud unionista surgió el miércoles pasado al cabo de la reunión de la mesa de Acción Política del PJ, de la que participaron dirigentes de alto rango y diferente estrategia: se encontraban uno de los secretarios generales de la CGT Héctor Daer y Víctor Santa María (encargados de edificios), como exponentes de la actual conducción de la central, junto a Moyano, Ricardo Pignanelli (mecánicos, Smata) y Horacio Ghilini (docentes privados, Sadop), aliados en expresiones disidentes al Gobierno. También participó el jefe de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quien reporta a los espacios opositores que fogonea el camionero.
La tarea de sumar fuerzas se presenta como dificultosa para los diplomáticos de ambos grupos en vista del recelo y las diferencias históricas que atraviesan a los respectivos dirigentes. Se trata, en definitiva, de un nuevo capítulo de la histórica disputa entre la alianza que conforman los “gordos” de los grandes gremios de servicios y los “independientes” de buen diálogo con Macri, y el ecosistema de Moyano. Saltear esas rencillas y unir protestas dependerá en parte de la capacidad de deponer personalismos, en parte, pero sobre todo de fijar como horizonte la unidad del PJ para las próximas elecciones, un dogma que todos los dirigentes, más allá de su pertenencia a uno u otro sector, dicen compartir.
La definición se espera para un posible encuentro la semana próxima entre los mismos protagonistas de la charla la semana pasada en la sede partidaria. Entre tanto, la CGT será hoy epicentro de una reunión preparatoria para una marcha de industriales. Como adelantó este diario, la “mesa chica” de la central programó el encuentro y se fijó como objetivo la movilización para eludir la presión para llamar a un nuevo paro nacional, el quinto contra el Ejecutivo.
Hasta la semana pasada, el secretario de Política Industrial de la CGT, Rodolfo Daer, tenía en mente reunir a cámaras de empresas fabriles con dirigentes del rubro para ponerlos a la cabeza de una movilización al despacho del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, con el respaldo y el acompañamiento de todos los gremios que integran el Consejo Directivo de la central. Para hoy, desde las 14.30 en la sede de Azopardo, sindicalistas y hombres de negocios intentarán acordar una fecha en la primera quincena de abril para la marcha conjunta, similar a la que ambos sectores realizaron en octubre pasado y que contó con el protagonismo de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
En paralelo, el Frente Sindical por el Modelo Nacional y la Multisectorial 21-F, que orbitan en torno de Moyano, continuarán con la preparación de una marcha federal durante este mes con un acto final de características masivas en la Capital Federal. Las reuniones previstas para la semana que viene serán decisivas para establecer si finalmente habrá dos movilizaciones o una, de mayor volumen e impacto político.
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